Las heladas congelan el cocido

A. Gerpe / x. R. Alvite / C. Viu REDACCIÓN / LA VOZ

BARBANZA

Carmela Queijeiro

El intenso fío también ha reducido el pasto de caballos y vacas mostrencas

21 feb 2019 . Actualizado a las 09:45 h.

El carnaval llama a la puerta y es tiempo de incluir en los menús cocido con verduras propias de esta temporada, como los grelos y el repollo, cuyo crecimiento está viéndose alterado por el frío que afecta a las zonas de Barbanza y Costa da Morte cuando cae la noche. Cultivadores como la ribeirense Marina Pillado explican que «hai un descenso na produción porque o crecemento veuse minguado e as follas viran de cor marelo». La consecuencia, comenta esta agricultora que tiene un puesto en la plaza de abastos, «é que este ano vai máis caro que noutras ocasións».

Los profesionales indican que la ventaja radica en que durante el día hace sol: «O calor compensa o frío nocturno e podes ir collendo a verdura de xeito progresivo». Tampoco a las patatas les sientan nada bien las oscilaciones térmicas.

Eso sí, los intermediarios comentan que las ventas de un producto tan típico en esta época como los grelos no han descendido, pese a que el dinero a desembolsar es un poco más elevado que de costumbre. Las tradiciones no entienden de temperaturas. Algunos comerciantes indican que tienen varios proveedores para garantizarse el abastecimiento.

Sin embargo, los agricultores no son los únicos afectados, también los criadores de ganado mostrenco han visto como descendía el pasto del que se alimentan vacas y caballos, lo que les obliga a llevarles comida para evitar la desnutrición o que las reses bajen en busca de alimento.

El presidente de la entidad caballar Monte Faro de Vimianzo, Adrián Martínez, comenta que tuvieron que agrupar a los animales en un cercado «porque baixaron dous ou tres días seguidos ás casas, cara as fincas de herba». Sin embargo, explica que se trata de una solución provisional: «Non podemos deixalos moito máis tempo no peche porque hai pouco espazo. Agora empeza a vir o bo tempo e imos ceibalos. Estamos a preparar pasos canadienses. Este ano aínda non tivemos que levarlles de comer, pero o pasado si».

 Escaso rebrote de hierba

Hace tiempo que los ganaderos de la sierra de Barbanza tienen que alimentar al ganado. El pobrense Manuel Boo precisa: «O frío queimou o pasto novo e non rebrota como debera». Manifiesta que en el recinto acotado de A Curota tienen unas 70 vacas: «Diariamente levamos dous rolos de silo que compramos en Ordes. Temos que encher os comedeiros dos animais, porque é a única maneira de aguantar con un pouco de xeito».

La falta de pasto conlleva un importante gasto para el colectivo, ya que Boo apunta que cada uno de los rulos de hierba cuesta 36 euros, un precio que varía en función del peso.

También están preocupados por la bajada de los termómetros los ganaderos que tienen granjas de vacas lecheras o de cría. El mazaricano Mario París explica que «a herba das praderías está amarela».

La situación resulta especialmente complicada porque el descenso de las temperaturas condiciona de manera decisiva el crecimiento del forraje, dado que impide que la planta pueda absorber los nutrientes que precisa para un adecuado desarrollo.

Como medida de contraprestación para conseguir que la hierba aflore debidamente, muchos ganaderos están optando por abonar las fincas. Sin embargo, también aquí se topan con el problema de las heladas. Si el terreno no tiene una temperatura adecuada, el fertilizante no funciona y, por lo tanto, la hierba continúa sin crecer.

En el caso de quienes tienen granjas de animales, el desarrollo del forraje es fundamental para poder ensilar y conseguir el alimento necesario para abastecer a los animales durante el resto del año.