Edificios a la venta por 80.000 euros no encuentran comprador

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La mayoría de los inmuebles que se ofertan necesitan una gran inversión de reforma

04 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hacerse dueño de un edificio en Barbanza ya no es un sueño tan difícil de cumplir, está al alcance de muchos y es una opción que cada vez barajan más inversores, aunque pocos se animan a dar el paso. Inmobiliarias de la comarca los ponen a la venta por menos de lo que cuesta un piso nuevo. Hasta 80.000 euros se rebaja el precio de un inmueble de los años sesenta emplazado en el corazón de A Pobra do Caramiñal que, aunque no cuenta con una superficie elevada, ofrece la posibilidad de rehabilitar tres apartamentos. Precisamente en la reforma está el problema, y es que muchas de estas propiedades se encuentran en mal estado y el importe total de los arreglos podría incluso superar el de la adquisición.

No es la única ganga de la villa pobrense. En una de las agencias consultadas aseguran tener en cartera hasta tres propiedades de estas características y ubicadas en pleno centro. Aunque muchos preguntan por estas ofertas, la realidad es que pasan los años sin que nadie las compre. «Los clientes se interesan, pero luego se dan cuenta de que hay que demoler y es demasiada obra. Algunos edificios tienen solo 50 metros cuadrados por planta. Creo que los promotores tienen que encontrárselo regalado para animarse», señala una agente.

A estrenar

También en las fichas de las inmobiliarias de Muros y Carnota abundan este tipo de ofertas. Si se trata de una edificación de segunda mano el precio es más asequible, pero asciende hasta 340.000 euros si está como para estrenar. En concreto, en el municipio carnotano se vende uno por este importe. Tiene un total de 525 metros cuadrados, un bajo y tres plantas, aunque no ha encontrado comprador.

La oferta de este tipo de propiedades ha aumentado en los últimos años y así lo afirma el agente Domingo Molinos: «Lo que ocurre es que pocas despiertan interés. Hace tres o cuatro años sí se vendió un edificio entero a un particular por algo menos de 180.000 euros y lo destinó a alquiler».

«Ofrecemos en pleno centro de Ribeira uno entero por poco más de 100.000 euros»

En la capital barbanzana también son varios los edificios que se han puesto a la venta con diferentes precios. Hasta 400.000 euros alcanza un inmueble en perfecto estado y seminuevo, pero los de segunda mano con décadas de antigüedad se presentan mucho más asequibles para los inversores. Así lo explica Domingo Molinos, agente inmobiliario de Ribeira: «Vendemos en pleno centro de la ciudad uno entero por poco más de 100.000 euros. Por el momento, no ha despertado mucho interés, pero la verdad es que es una buena oportunidad y tiene un bajo interesante».

 Otro de los peros que le ponen los posibles compradores a este tipo de viviendas es la falta de ascensor, ya que a la hora de llevar a cabo una reforma todo suma. Muchos inversores deciden mantener las divisiones horizontales y dedicar los pisos a futuros alquileres con el fin de recuperar el dinero de la compra lo más pronto que sea posible.

Propiedades en mal estado que obligan a actuar a los servicios de emergencia por desprendimientos

Algunos de estos edificios que se encuentran a la venta y suman décadas de antigüedad suponen un riesgo de accidentes. En la mente de los propietarios no está la rehabilitación, uno de los motivos por los que pretenden darles salida en el mercado, y a veces los años pasan sin que se acometan arreglos. No hace mucho que los servicios de emergencias tuvieron que actuar en A Pobra al producirse desprendimientos de varios cascotes de uno de estos inmuebles.

Otro de los problemas con los que se encuentran los dueños de estas edificaciones son los trámites burocráticos. La mayoría de las veces los inmuebles se heredan de unas generaciones a otras sin que las partes se pongan de acuerdo y el asunto termina en batalla judicial. No es extraño que la propiedad se ponga a la venta sin que se hayan resuelto los asuntos familiares y por si surgiese algún comprador.