Un amigo del Chicle afirma que tiene dos caras: «Espero que se descubra todo»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Atlas

Otro conocido del autor de la muerte de Diana Quer rompió su relación al sospechar que le robó un día que fue a su casa

02 ene 2018 . Actualizado a las 07:57 h.

La historia de la ría de Arousa ha estado marcada por la presencia de importantes grupos organizados del narcotráfico, una actividad que, debido a las actuaciones policiales, ha perdido fuerza, y que en la actualidad se circunscribe a la existencia de capos de segundo nivel. Uno de estos distribuidores fue el detenido, José Enrique Abuín Gey, el Chicle, cuya reputación estuvo condicionada por sus vínculos con el clan de Os Fanchos, de A Pobra.

Sin embargo, entre el movimiento de droga a pequeña escala y lo ocurrido con Diana Quer media un abismo. Por eso, en el entorno más próximo del Chicle continúan sin dar crédito a lo sucedido y al hecho de que el cadáver de Diana Quer estuviera a escasos metros de sus casas. Un amigo del detenido expresaba ayer su opinión: «Coñecémonos de toda a vida, ata me custa durmir. Nunca pensei tal cousa». A pesar de esta sorpresa inicial, este residente en Asados también se muestra defraudado y afirma: «Está claro que ten dúas caras. Creo que todo o que dicía era mentira». En vista de lo ocurrido, expresa su desconfianza y manifiesta de forma categórica: «Penso que isto non acaba aquí, eu creo que pode haber algo máis e espero que se descubra todo».

Incluso, desmiente lo declarado por la mujer del Chicle, Rosario Rodríguez, e indica que, muchas noches, José Enrique Abuín no dormía en la casa familiar.

Al conversar con quienes compartían su día a día se pone de relieve que en su trato había luces y sombras. Un vecino relata que mantuvo con él un estrecho vínculo, pero que acabó distanciándose al sospechar que le había robado una de las noches que había acudido a cenar a su domicilio.

Lo cierto es que la vida del Chicle siempre ha estado marcada por sus conflictivas relaciones, que no eran desconocidas para las personas de su entorno.

 

Su fisonomía

Según ha trascendido, sus característicos rasgos faciales, marcados especialmente por su dentadura, pueden ser el resultado de un ajuste de cuentas. Una fisonomía, por cierto, que fue determinante a la hora de proceder a su identificación.

Esa transformación de su rostro se pudo haber producido hace años. El Chicle fue detenido en el 2007, en el marco de la operación antidroga Piñata. Había escondido parte de la cocaína en casa de sus padres, en la parroquia de Asados, y algunos aseguran que su colaboración con las fuerzas del orden le permitió rebajar su condena. Otra fuentes afirman que este apoyo pudo costarle la pérdida de las piezas dentales a manos de quienes organizaron el transporte de la droga, por lo que pudo haber tenido que colocarse implantes.

Pese a sus tormentosas relaciones, el detenido ha demostrado hasta el momento bastante habilidad para sortear a la Justicia. Por una parte, todavía no ha cumplido los dos años de condena por la operación Piñata, ya que la sentencia está recurrida.

Asimismo, salió indemne de la denuncia de presuntos abusos a su cuñada. En este caso gracias, al parecer, a la intercesión de su mujer sobre su hermana para que retirase la demanda.

Sobre lo ocurrido con este asunto, algunos vecinos muestran ciertas dudas y afirman que la cuñada continuaba acudiendo a la vivienda de José Enrique Abuín, y que no se apreciaba que hubiera mala relación. Hay quien dice que es posible que la tortuosa vida del Chicle comenzara a marcarse ya en su niñez.

El detenido está vinculado al clan de Os Fanchos, formado por narcos de A Pobra

Con información de Marta Gómez y Álvaro Sevilla.

Tiene pendiente de cumplir una condena de dos años de cárcel por la operación Piñata

Los vecinos dicen que el detenido vendía por las casas marisco que cogía en la playa

Aunque las peligrosas actividades del Chicle eran conocidas por sus vecinos, todos se muestran sorprendidos por los cargos que se le imputan. Algunos residentes explican que a veces iba por las casas vendiendo marisco y hay quien reconoce que en alguna oportunidad le ha comprado la mercancía pese a saber que había sido capturada de forma ilegal.

En cuanto a su familia, desde su círculo cercano señalan que está consternada por lo ocurrido. Diversas fuentes indicaron que la madre, al tener conocimiento de la noticia de la detención, salió corriendo de la vivienda y comenzó a gritar por la calle que querían imputarle un delito a su hijo, pero que era inocente.

Al verla, y temiendo lo que pudiera pasar, los residentes cerraban las puertas porque les daba miedo. Con respecto a su mujer, un amigo de la pareja aseguró: «Se sabe que foi el, non o encobre. Non a vexo capaz de algo así». Creen que en su momento lo tapó porque no sabía que podía tener algo que ver.