Las rarezas del mercado inmobiliario

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

CEDIDA

Un sondeo por las agencias de la comarca permite descubrir entre los anuncios de pisos y casas tesoros poco habituales, como aldeas rurales e incluso islas

17 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El mercado inmobiliario comienza a moverse de nuevo, pero las agencias del sector en el área barbanzana todavía cuentan con una extensa cartera de viviendas que están esperando nuevo dueño. Si uno se para a echar un vistazo a los inmuebles que se ofertan, encontrará innumerables pisos de todos los tamaños y precios, casas unifamiliares, bajos comerciales y alguna que otra nave industrial. Sin embargo, profundizando un poco más, también se descubren algunas curiosidades, propiedades que constituyen una rareza en sí mismas y que no suelen aparecer anunciadas en los escaparates de las inmobiliarias, pero que existen y, más a menudo de lo que cabría esperar, despiertan interés.

Así, aunque no abundan, todavía pueden encontrarse algunas aldeas enteras, pequeños núcleos que quedaron deshabitados y que esperan una segunda oportunidad. Algunas, como la aldea de Loureiro, en Mazaricos, están camino de ello tras encontrar nuevos propietarios que han comenzado a restaurar varias de las viviendas para destinarlas a alquiler vacacional. No es el único caso y, de hecho, en el término mazaricano hay otras aldeas rurales a la venta. Cuentan en las agencias inmobiliarias que se nota del tirón del Camino de Santiago y este tipo de propiedades se demandan para convertirlas en albergues de peregrinos.

Otro tipo de construcciones que, por su situación, despiertan un gran interés, sobre todo entre empresarios del sector hostelero, son las antiguas salazoneras y conserveras que salpican la costa de Barbanza y Muros-Noia.

Desde 220.000 euros

En la localidad muradana de Esteiro hay dos a la venta, a unos precios que oscilan desde los 220.000 a los 308.000 euros, mientras que el coste de otra nave de Carnota alcanza el medio millón de euros. Este tipo de instalaciones se ofertan como espacios para la implantación de salones de bodas y eventos e, incluso, como talasos.

En el mercado también pueden encontrarse construcciones mucho más modestas, pero igualmente singulares. En Muros, uno puede hacerse con un hórreo razonablemente bien conservado por el módico precio de 6.000 euros, mientras que en Rianxo puede encontrarse a la venta una de las tradicionales Casas do Remo por 55.000 euros.

Coste millonario

Entre las propiedades que se descubren buceando en las ofertas inmobiliarias también aparece una pequeña embarcación de recreo, con punto de amarre incluido en el coste.

Pero, si lo que se busca es algo exclusivo de verdad, las agencias de la zona tienen a la venta un par de islas, y, aunque ya no está en cartera, en Rianxo llegó a ofertarse una vivienda restaurada con península incluida. Los dueños no le pusieron precio, pero en la inmobiliaria tienen claro que «iso vale millóns».