La mitad de los hurtos de la comarca se producen en los mercadillos

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

En algunas ferias, los carteristas han llegado a sustraer una quincena de monederos

16 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre ocho y 15 monederos al día. Ese suele ser el botín de las bandas de carteristas que operan en la comarca y que han escogido los distintos mercadillos como centro de operaciones. Los grandes beneficios que consiguen con estos robos -calificados como menores- y las dificultades que tienen las fuerzas del orden para detener a los autores ha provocado que la mitad de todos los hurtos que se registran en la comarca se lleven a cabo en las distintas ferias.

Ayer mismo se producían las últimas sustracciones en Rianxo, donde varios vecinos que acudieron al mercado regresaron a sus casas sin la cartera. Mientras, en A Pobra no tenían registrado ningún robo, «pero todos los miércoles hay alguno. Aquí se tienen llevado hasta 15 carteras en un día durante los meses de verano», explicaron desde las dependencias de la Policía Local, donde reconocieron que es muy difícil localizar y detener a los autores de las sustracciones.

«Antes aún los distinguías bastante por la ropa y su aspecto, porque eran las típicas señoras que te querían dar el ramito de la buena suerte, pero ahora son personas normales y corrientes, incluso muy arregladas», especificaron los agentes pobrenses, que suelen montar dispositivos especiales junto con los miembros de la Guardia Civil para ahuyentar a los ladrones y reducir el número de robos.

Lo mismo ocurre en Ribeira, uno de los mercadillos más grandes de la comarca y donde los carteristas también suelen hacer de las suyas. «Es muy difícil cogerlos con las manos en la masa, porque una vez que roban una cartera se la pasan a otra persona y ya no la tienen encima. Sin tener pruebas es complicado detenerlas», explicaron desde el cuartel ribeirense.

Hasta un máximo de 400 euros

En el caso de que finalmente se consiga arrestar a un carterista, como mucho se enfrentará a una infracción por hurto si la cantidad sustraída es menor de 400 euros, de lo contrario ya es considerado delito. La pena que le puede caer es el pago de una multa, pero lo más habitual es que se declare insolvente y solamente se le castigue con pasar los fines de semana localizado en sus domicilios.

Un «modus operandi» en continuo cambio

Como en toda profesión, lo importante es renovarse, y también los carteristas van variando su modus operandi para evitar ser capturados y tener que rendir cuentas ante la justicia.

¿Cómo evitan ser capturados?

En primer lugar, suelen ponerse una ropa para acudir a los mercadillos y luego se la cambian para evitar que las víctimas de sus robos puedan identificarlos por la vestimenta. Además, antes de llegar a una feria, pasan por un cajero automático para sacar dinero y, en el caso de que la policía los descubra con el botín de sus hurtos todavía encima, ellos suelen afirmar que es suyo mostrando el resguardo del banco para atestiguarlo. Otro de sus mecanismos más efectivos para evitar ser localizados es repartirse el trabajo entre varios: una persona es la que se encarga de sustraer el monedero y rápidamente se lo pasa a otra -e incluso a veces a un tercer ladrón- para que, en el supuesto caso de que las fuerzas del orden detengan al primero, este ya no lleve encima ninguna prueba que lo pueda relacionar con el hurto.

¿Cuándo suelen actuar?

En todos los mercadillos de la comarca, sobre todo en aquellos donde hay una mayor afluencia de gente. Los meses de verano y las Navidades son las épocas preferidas por estos ladrones para lograr incrementar sus botines. Por otro lado, en el caso de que alguno de los carteristas sea finalmente detenido, la banda suele olvidarse de esa feria durante algún tiempo, a la espera de que la situación se calme y regresar meses más tarde al mismo lugar.

¿Cómo se evitan este tipo de sustracciones?

El primer consejo de las fuerzas del orden es llevar las carteras en un lugar seguro y de difícil acceso para los amigos de lo ajeno. También se recomienda que las personas que acudan a los mercadillos vayan con monederos pequeños y sin documentación, porque en el caso de sufrir un robo no se perderán las tarjetas y demás carnés.