Frente al súper de mi barrio, en Conxo, había un chaval nigeriano pidiendo limosna que, desde que me vio con una sudadera del Real Madrid, me soltaba siempre alguna pequeña frase o consigna en clave madridista del tipo «Remontadas F.?C.» o «Zizou mete caña». Estos lemas me impactaban porque tenía la impresión de que yo ya los había pensado antes de verlo. Empecé a convencerme de que se estaba metiendo en mi cabeza y, cuanto más sonreía al decírmelo, más paranoico me volvía yo. ¿Cómo era posible? El 24 de septiembre me dijo: «Modric vuelve a los mandos». Flipé. Ya había tenido esa frase flotando en mi mesencéfalo previamente. ¡Este cabrón me ha hipnotizado! Ah, pero lo pillé. Vaya si lo pillé. Todas las mañanas, mientras desayuno, ojeo las portadas de los periódicos por Internet. La de Marca rezaba: «La BBC contra el muro amarillo», jugábamos contra el Borussia. Al salir del súper, allí estaba él. «La BBC contra el muro amarillo», me dice y expone esa perenne sonrisa de Marc Márquez que tiene. «¡Yo pensaba que eras un maestro de la telepatía y resulta que memorizas las portadas de Marca!». «De Marca y de As», contestó ufano.
Se llama Sunday y se fue para Madrid la semana pasada. Que aquí la cosa estaba muy mal y allí peor pero que, por lo menos, conocía a compatriotas y le gustaba pasear por los aledaños del Bernabéu. «¿Y no te dan miedo los ultras (cabezas rapadas)?», pregunté. Apiadándose de mí, como si solo un niño pudiera temer algo así, me sonrío y en esa sonrisa pude ver que Sunday ha navegado por mares en los que yo no me atrevería ni a meter los pies.