La cacería

Alicia Fernández LA SEMANA DE...

BARBANZA

01 feb 2015 . Actualizado a las 05:05 h.

Por lo visto, oído y leído esta semana podemos asegurar que en España se ha abierto la temporada de caza. Caza menor, por supuesto; la caza mayor, a pesar de la abundancia de piezas y los daños que causan en lo público, sigue vetada. Quien paga manda.

No se puede entender de otra forma que un tal Juan Carlos Monedero -a día de hoy no ostenta ningún cargo público- después de ser sometido a un examen minucioso y de que se investigara hasta a qué hora va al baño, esté siendo ajusticiado por el

delito

de haber realizado una consultoría para varios países sudamericanos, por cuyos ingresos ha declarado en España (podía hacerlo fuera como muchos políticos, deportistas y empresas del Ibex). O que en su extenso currículo reflejara que ha sido profesor invitado en una universidad de Berlín (Alemania) y la Universidad Iberoamericana de Puebla (Mexico) pues un diario madrileño publica que el anfitrión en la primera, persona de avanzada edad, no lo recuerda (¡ojo, no lo ha desmentido!) y afirma que es falso en la segunda. Ese mismo medio, por si acaso, cambió el titular de «falseó» a «exageró» a las pocas horas y reconoció que no había contrastado la información. Pero es que ahora, la propia universidad mexicana ha desmentido oficialmente la información sin que el periódico rectifique, aunque el daño ya está hecho.

Pero quizás lo más curioso fue ver a algunos periodistas y a muchos políticos condenar a Monedero por no haber pagado el IVA. Una de dos: o injurian o son unos absolutos ignorantes, pues de todos es conocido que no hay IVA en operaciones con terceros países. Tampoco nadie se hace eco de que los ingresos obtenidos se han destinado a costear un programa de debate político y no a fiestas, drogas, coches de alta gama y demás dispendios a los que nos tienen acostumbrados los políticos corruptos que campan a sus anchas por esta deshilachada piel de toro.

Pero digo lo de la cacería porque me sorprende que en las tertulias de las televisiones y radios, también en las opiniones publicadas, han ocupado más espacio estas dos nimiedades, que hasta el momento parecen falsas, que la imputación penal esta semana de 78 consejeros de Caja Madrid que cargaron gastos particulares en las famosas tarjetas black por valor de 15,5 millones. O las declaraciones realizadas estos días por Luis Bárcenas, extesorero del PP, sobre la contabilidad B de ese partido y los sobresueldos; quien, por cierto, sigue sin aclarar el origen de 43 millones de euros que tenía en Suiza. O el aforamiento realizado por Susana Díaz de tres ex consejeros implicados en el caso de los ERE, ese macro desfalco de cientos millones de euros de las arcas públicas que se parecían más a una barra libre que a una Administración seria como quiere aparentar su presidenta.

Está claro que los que de verdad gobiernan este país han tocado a arrebato. Todas las encuestas aventuraban un gran resultado de Podemos en la cita de noviembre, pero ahora temen que aumente tras lo ocurrido en Grecia. Y solo de pensar que en estos meses la gestión de Alexis Tsipras sea mínimamente exitosa les entra la risa floja.