El chico de récord de las piscinas

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Rufino Regueira está afincado en el País Vasco, pero acostumbra a volver a Boiro por estas fechas (foto de la izquierda). En la imagen superior, en el 2005, cuando comenzó a despuntar con el Natación Ribeira.
Rufino Regueira está afincado en el País Vasco, pero acostumbra a volver a Boiro por estas fechas (foto de la izquierda). En la imagen superior, en el 2005, cuando comenzó a despuntar con el Natación Ribeira. Marcos Creo / S.?B.< / span>

Con apenas 24 años, este boirense atesora un amplio currículo de medallas y grandes marcas

28 dic 2014 . Actualizado a las 15:30 h.

Pese a haber pasado gran parte de su vida metido en el agua, el nadador Rufino Regueira (Boiro, 1990) tiene los pies bien plantados en la tierra. Tanto, que hablando con él nadie diría que se trata de un joven que se encuentra a unos días de cumplir los 25. A su espalda, forjada a base de horas y horas en la piscina, lleva una larga carrera que le ha convertido en el chico de récord de la natación de todo el país.

En el 2009 se convirtió en campeón de España absoluto de 200 espalda pulverizando su mejor registro y logrando una marca (1 minuto, 57 segundos y 95 centésimas) que aún hoy es el tercer mejor tiempo de la historia de la natación española en esa modalidad. Este récord le dio el pasaporte al Mundial de Roma de ese año y le situó como el mejor nadador gallego del momento. Todas las miradas se posaron en él como una de las grandes bazas de la natación española. En los Juegos Olímpicos de Pekín, siete nadadores se metieron en la semifinal con peores registros que el suyo, así que la participación en la cita olímpica del 2012 se convirtió en su principal objetivo.

Sin embargo, se quedó a las puertas, a apenas un segundo, que en el deporte de alta competición es todo un mundo, y eso precipitó el inicio de una nueva etapa en su carrera. Ahora sigue compitiendo y sumando preseas a su palmarés, pero sin la presión que impone tener que lograr grandes marcas: «Encántame competir, pero agora fágoo para desfrutar. O próximo obxectivo é a Copa de España de Clubs e teño que empezar a esixirme máis para preparala».

Ha aprendido a disfrutar en la piscina y se encarga de entrenar a la cantera de su club, el Natación Bidasoa 21 de Irún. Además, practica el waterpolo, aunque esta temporada ha tenido que bajar el ritmo por problemas de hombros: «É un deporte durísimo e o ano pasado empecei con moita forza».

Larga trayectoria

A pesar de su juventud, Rufino Regueira cuenta con una larga trayectoria de éxitos de la que tiene claro cuál es el secreto: «Todo se debe ao traballo. Se non hai unha preparación detrás non consegues nada, todo o que fagas no adestramento vaise reflectir na competición». Y esto es lo que intenta trasladar ahora a los chavales a los que entrena en Irún: «Intento transmitirlles todo o que eu sei, sobre todo o que aprendín cando estaba no Natación Ribeira. Son rapaces de entre 8 e 12 anos e trato de ensinarlles o que me ensinaron cando tiña a súa idade, e igual algo do que eu vexo que me faltaba a min daquela».

Sobre las diferencias entre nadar y entrenar, reconoce que tienen similitudes porque «todo o que aprendes na auga telo que transmitir fóra dela». Con esta filosofía, Rufino Regueira ha logrado labrarse una carrera profesional que comenzó poco a poco. Las primeras competiciones serias y las primeras medallas llegaron con 12 y 13 años, pero reconoce que tardó en despuntar, algo que en su opinión le benefició: «Fun pouco a pouco. Ir a un campionato e ver que aínda estás atrás faiche ir avanzando. Querer mellorar é o que che dá ganas de seguir adestrando, e o sacrificio acábase notando nos resultados».

Además del trabajo físico, un deporte tan exigente como la natación al más alto nivel también pasa factura a nivel psicológico.

De hecho, en el caso del nadador boirense, fue una mala época a nivel mental lo que le llevó a dejar el centro de tecnificación de Pontevedra para empezar a trabajar en Toulouse: «Chegou un momento no que, por cuestións persoais e deportivas, non podía seguir adestrando en Galicia, psicoloxicamente non podía, e ou marchaba ou deixaba todo. Xurdiume a oportunidade e marchar a Francia e conseguín volver a estar no máis alto do podio». En el 2012 se coronó de nuevo campeón de España en 200 espalda, pero no logró la mínima para clasificarse para las Olimpiadas de Londres, y eso fue un palo. Dice que, a nivel psicológico, el suyo «é un deporte moi duro, cada un ten que tirar do seu carro», pero «non me arrepinto de nada. A natación deume todo o que teño e ensinoume a ser eu mesmo».

Rufino Regueira Nadador