El respeto es una asignatura que también se aprende en el colegio

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

monica ferreiros

Los niños de O Grupo y Praia Xardín visitaron los centros de Ámbar y Amicos

21 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Ayer se celebró el Día Internacional de la Felicidad y fueron muchas las sonrisas que sacaron los alumnos de Barbanza. Decidieron celebrar por adelantado el Día del Síndrome de Down -que se conmemora hoy en todo el mundo- y visitaron a los usuarios de Ambar y Amicos para demostrar que la lección del respeto la tienen muy bien aprendida. Los pequeños ribeirenses llegaron temprano al centro de Frións para pasar allí una mañana que ya no podrán olvidar. Compartieron juegos y talleres con quienes ya son sus amigos de Ambar. Además de hacer manualidades en los talleres de cestería o abalorios consiguieron ponerse en su piel.

La visita de los niños de O Grupo se enmarcó dentro de la asignatura que lleva por nombre Educación para a Cidadanía y resultó muy provechosa. Tal y como explicó la profesora que acompañó a los estudiantes, María Jesús Pérez, durante la jornada tuvieron ocasión de compartir juegos y también de conocer como es el día a día de las personas que sufren algún tipo de discapacidad. Así, trataron de untar nocilla con solo una mano, hacerse entender en un supermercado imaginario sin poder hablar o identificar monedas con los ojos cerrados. Como broche de oro a la visita, todos los alumnos y usuarios de Ámbar bailaron usando como coreografía el lenguaje de signos.

María Jesús Pérez destacó el interés de los niños por conocer la rutina del centro de Frións y entablar amistad con los usuarios. La actividad ha sido muy enriquecedora y muchos pequeños ya quieren volver.

Lecciones de igualdad

También las risas resonaron en el centro de Amicos. Los alumnos del colegio Praia Xardín de Boiro visitaron las instalaciones y se lo pasaron en grande con los usuarios. Hay lecciones que se aprenden más allá de las páginas de los libros y así quedó demostrado en la comarca.

Para el recuerdo quedan emotivas imágenes en las que los niños vuelven a hacer gala de su gran corazón.