Ayer, al amanecer, muchos mariscadores de Ribeira esperaban casi un milagro: que la toxina remitiese, se abriesen sus bancos y pudiesen empezar la campaña marisquera tal y como hace una semana habían previsto. Pero ese milagro no llegó. Y, por tanto, el arranque del trabajo en las concesiones quedó aplazado, de momento, sin fecha.
Antonio Pérez, el patrón mayor, explicaba ayer que ahora la campaña queda a expensas de lo que suceda con la marea roja. Cuando remita, se hablará con los compradores, se les preguntará si tienen previsto acudir a la rula y, en el caso de obtener una respuesta afirmativa, se procederá a la apertura.
¿Por qué tanta cautela con los compradores? Antonio Pérez explicaba ayer que con todo el asunto de la toxina y el hecho de que hubiese que devolver al mar el marisco porque el Intecmar detectó tarde la marea roja se organizó una especie de «caos en toda a ría» que está haciendo que muchos compradores se planteen comprar marisco en la zona. Así que se quiere actuar con prudencia y asegurándose primero de que va a haber demanda para el producto.
Precisamente, de ese caos que sembró la toxina también hablaba ayer el patrón mayor rianxeiro, Baltasar Rodríguez. Los sitios en los que faena la flota rianxeira -estos días, básicamente, acude a Os Lombos- no está afectada por la marea roja. Sin embargo, el viernes los precios del bivalvo capturado, según indicó Rodríguez, «caeron en picado». ¿Por qué? Por el miedo que hay a que se produzcan nuevos cierres, y que se repita la historia de las devoluciones de bivalvo y demás. Ayer, siempre según la versión del patrón mayor rianxeiro, las cosas estaban un poco mejor y a la rula rianxeira acudieron los compradores habituales.
Acudieron 441 barcos
Pese a esta situación y a que los mariscadores se exponen cada día a que el marisco que capturan apenas se cotice por el caos que hay, ayer fueron 441 barcos de toda la ría los que acudieron a faenar a Os Lombos. De ellos, muchos pertenecen al pósito rianxeiro y crucense.