La firma recibió el distintivo en la gala de la FEB, celebrada en A Pobra
28 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Como cada año, la incógnita sobre el ganador del gran premio de la Federación de Empresarios de Barbanza (FEB), el Dolmen de Ouro, quedó desvelada ayer en la gala anual del empresariado comarcal, celebrada en el pazo Torre de Xunqueiras de A Pobra. La vencedora fue Ganxabar Sociedad Cooperativa Galega de Mazaricos, que se impuso a las otras nueve candidatas. Aunque también se reconoció, con la entrega de una figura conmemorativa, la trayectoria de todas estas otras firmas nominadas al ya emblemático galardón.
Con el conseguido por Ganxabar, el tejido empresarial mazaricano cuenta ya con tres Dolmen de Ouro. La firma premiada en la gala celebrada ayer, ubicada en Grille, está especializada en la recría de novillas y empezó a funcionar en el año 2006. Sus números, aunque uno no sea experto en la materia, son llamativos: tiene actualmente 1.200 vacas en ordeño y 1.100 novillas. Sus datos sedujeron a la FEB, que le otorgó el premio.
Petición de apoyo
Lo hizo en una gala que condujo el showman Xacobe Pérez. Tras su introducción, y antes de desvelarse el secreto mejor guardado de la noche, habló el presidente de los empresarios barbanzanos, José Ramón Romero, que anunció un cambio radical en los premios de la FEB y pidió «máis apoio das Administracións». Como suele ser habitual, la cita donde el empresariado comarcal muestra su músculo contó con la presencia de autoridades de distintos ámbitos. Entre ellas figuró el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, que dijo que la ceremonia anual «é unha data que se ten convertido nun acto, nunha tradición, e dunha tradición, nun símbolo».
El regidor anfitrión, Isaac Maceiras Rivas, puso la nota emotiva a la noche al recordar a la recientemente fallecida Rosalía Mera, a quien calificó como empresaria y colaboradora ejemplar con Barbanza a través de la Fundación Paideia. A la gala acudieron más de 250 personas. Al cierre de esta edición, tras los discursos de rigor, empezaba a servirse la cena.