La otra marea azul de las playas

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO NOIA / LA VOZ

BARBANZA

Una treintena de ayuntamientos recibieron en Portosín los distintivos para sus arenales

25 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Verla en lo alto del mástil es sinónimo de calidad y salud ambiental. Un símbolo que garantiza la correcta conservación de los arenales y atrae a un sinfín de bañistas durante los meses estivales. Por eso, no es de extrañar que la entrega de las banderas azules que lucirán este verano 37 ayuntamientos gallegos generase una sonrisa de satisfacción en cada uno de los representantes de cada Administración local que ayer asistieron, en el Club Náutico de Portosín, a la entrega de estos distintivos.

Las costa barbanzana tuvo un peso especial en esta cita. Los concellos de Rianxo, Carnota y A Pobra, con dos cada uno; Boiro y Ribeira, con cinco cada término; Porto do Son, con cuatro, y Muros, con una, fueron, junto a los clubes náuticos de Ribeira y Portosín, los que recibieron las 21 banderas que entregó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo.

El acto tuvo lugar en un gran salón con vistas a la ría de Muros-Noia. En una mañana soleada que hacía inmejorable la estampa del acto. En palabras de José Ramón Sánchez, presidente de la Fundación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), encargada de decidir el reparto de banderas, los emblemas repartidos abarcan el 5% de todo el litoral autonómico. Según explicó, este año el trabajo se realizó con un 25% menos de presupuesto.

Guiño a la comarca

Feijoo, por su parte, aseguró que toda la costa goza de buena salud. Aunque no dejó pasar la oportunidad de valorar como un «gran tesoro» la barbanzana. Lo hizo en un tono informal y acompañado de otros alcaldes mientras disfrutaba de la ría noiesa desde un balcón del club náutico.

Los representantes de todos los concellos de la zona presentes coincidían al subrayar la importancia que estas credenciales azules tienen para la economía local. Sobre todo para figurar en los mapas que incluyen rutas turísticas y que ejercen de imanes al atraer a los muchos turistas que se pierden por esta parte de Galicia cada verano.

La foto de familia que la clase política se hizo al finalizar los discursos institucionales con una de las banderas desplegada, dio paso a momentos de confraternización durante un vino español. Aquí, el regidor de Porto do Son, Luis Oujo, ejerció de anfitrión con el resto de alcaldes y ediles de las provincias de Pontevedra, A Coruña y Lugo que regresaron a sus casas con el mayor de los tesoros para sus playas.