La movilización en el mar fue secundada también por tierra. Y es que nada más conocerse la presencia de barcos en la zona para iniciar los trabajos de la instalación de los muertos, se alertó a los ciudadanos con el lanzamiento de una docena de bombas de palenque. En las inmediaciones del faro de monte Louro se concentraron unas cien personas que corearon varias consignas en contra de la cría de peces en cautividad en uno de los polígonos de bateas de la ría de Muros-Noia.
Fuentes de la Consellería do Mar indicaron que la decisión de dicho emplazamiento obedece a que se integra en un polígono de acuicultura ya aprobado para este fin desde los años 80 y que en la actualidad está vacío y a más de una milla de las bateas de mejillón.
Esta cuestión contrasta de lleno, según fuentes del departamento de Rosa Quintana, con la posibilidad de mantener las jaulas en la ría de Arousa, «onde autorizou inicialmente o bipartito a súa ubicación, xa que non existe espazo suficiente entre os polígonos de mexillón para desenvolver o proxecto a pesar dos bos resultados que deu ao longo dos 18 meses que estiveron as gaiolas nesa zona».
Al rematar la concentración en el mar, la mayoría de los barcos se dirigieron al puerto de Muros, donde permanecieron unas dos horas concentrados. Las lanchas de los mariscadores de las zonas más alejadas, como las de Noia, regresaron directamente a sus lugares de origen.
Por último, los marineros insistieron en que proseguirán con sus reivindicaciones y que seguirán luchando para evitar la instalación de las jaulas.