20 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.
La economía de los concellos está bastante apurada y, siempre que es posible, son las brigadas de obras las que se encargan de reponer los materiales que han sido estropeados.
Esta tónica se sigue en todos los concellos. La mayoría suelen tener en reserva material de los elementos que suelen ser objeto de destrozos para poder sustituirlos con la mayor brevedad posible.
En un intento desesperado por luchar contra este fenómeno, los concellos han extendido la colocación de farolas antivandálicas. Algunos, incluso, colocan los contenedores de basura en una especie de isletas con el propósito de ocultarlos para ver si, estando menos visibles, dejan de sufrir agresiones jornada tras jornada.