La Xunta no ve viable la unidad de salud mental prevista en Ribeira

María Hermida
María Hermida RIBEIRA/LA VOZ.

BARBANZA

25 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La unidad de salud mental proyectada para Ribeira es uno de esos servicios de los que lleva hablándose años sin que jamás haya traspasado el papel. Ahora, cuando a tenor de los sucesivos anuncios hechos las obras ya deberían estar listas, resulta que sigue sin empezarse y que hay muy pocas posibilidades de que algún día llegue a levantarse ese edificio. ¿Por qué? Sanidade señala que el diseño que se hizo no es viable, que el proyecto no es factible y que, por tanto, hay que estudiar otras alternativas pensando en las necesidades sanitarias en el conjunto gallego. Entre eso y el recorte presupuestario que se avecina, la situación pinta bastante complicada para la unidad. La historia de este servicio viene de lejos. Lleva años hablándose de que es necesario. Sin embargo, no fue hasta la etapa bipartita cuando, en tiempo de descuento -con las elecciones autonómicas a las puertas-, se anunció que se iba a licitar. Y que, por tanto, había dinero sobre la mesa para poner en marcha el servicio. El hecho de que llegase la campaña electoral con la obra sin adjudicar le dio alas al PP para protestar por todo lo alto. En distintos mítines y otros foros, los conservadores incidieron en la necesidad de que se hiciese la obra y que era imperdonable que la Consellería de Sanidade, entonces dirigida por la socialista María José Rubio, no la hubiese ejecutado ya. Criticó este asunto el alcalde, Torres Colomer, el portavoz parlamentario, Ruiz Rivas, e incluso se hizo eco de él Alberto Núñez Feijoo al hablar de la «ruina» que había traído el bipartito a los proyectos de Barbanza. Primer problema El caso es que, cuando el gobierno de Touriño estaba ya en funciones, se adjudicó la dichosa obra. Todo hacía pensar que la llegada de los obreros sería inminente y que al fin, pegada al hospital, nacería esa unidad de salud mental sobre la que tanto se había hablado. Pero no. Ya con el PP en el gobierno, se supo de un primer problema. Al parecer, la obra se proyectó en unos terrenos que no eran en su totalidad de titularidad pública. Concretamente, una parte pertenecía a los comuneros de Oleiros. A partir de esta circunstancia, poco se supo de este asunto. Eso sí, cada poco tiempo, la oposición protestaba por el retraso en la puesta en marcha de este servicio sin que desde la Xunta concretasen cómo estaban las cosas. Ahora sí lo hicieron. En respuesta parlamentaria a una pregunta del socialista José Manuel Lage, señalaron, por una parte, que el proyecto no es ni factible ni viable tal y como está diseñado. Sanidade también enfatizó lo siguiente: «A asistencia a persoas con trastornos psiquiátricos e aditivos na área sanitaria de Ribeira está garantida a través dos profesionais que neste momento están a traballar nesta área, dous psiquiatras a tempo completo e un psicólogo clínico a tempo parcial que consultan nas dependencias do hospital do Barbanza».