Esta semana podríamos hablar de decenas de asuntos preocupantes y negativos. De un tal Artur Mas, preboste de CiU, formación política con algo más de 750.000 votos, que se permite amenazar sin tapujos al presidente del Gobierno de España, país de 46 millones de personas (un tal Zapatero, desnortado y debilitado, pero que todavía es presidente). O de protestas de funcionarios y sindicatos en ayuntamientos donde algunos compañeros suyos no dan palo al agua o directamente están de baja por la patilla, incluidas compras en supermercado en horario de trabajo o cafés de hora y pico. Y así podríamos seguir. Y también podríamos pedir un poquito de responsabilidad y vergüenza torera? ¡pero no valdría de nada!
Entonces miro el calendario y se me ilumina la neurona, ¡fiesta! ¡Qué me fusilen si no estoy oliendo ya la pólvora de las primeras bombas y adivinando los compases de pasacalles y verbenas! Estamos en Boiro, pueblo nuevo hecho a borbotones, parido con mil dolores, pero que en sus fiestas burbujea por cada esquina. Ya sé que no tienen la participación de la Guadalupe ni el desenfreno de la Dorna. Pero son entrañables y cálidas. Días con tiempo para todo: playa, vinos, actuaciones, paseos, comidas familiares y pasodoble. Momentos para el relajamiento y la charla. Reencuentro con viejos amigos. Fotografías de cada vida.
Después está el análisis del programa en sí. Por adelantado debo decir que no soy partidaria de grandes orquestas con cachés desorbitados, ¡que para versionar unos temas o gesticular un play back no hemos de vaciar la bolsa! La gente joven no falta a la cita con la movida y las actuaciones de grupos de actualidad comarcal o a nivel nacional. Los demás ciudadanos han demostrado varias veces que responden con llenos absolutos a actuaciones destacadas: Maria del Monte, Manolo Escobar, Bustamante? Colocada en uno de los días bajos aseguran éxito de público e ingresos para la hostelería. Por otra parte, muy acertada la decisión de bascular más peso sobre la Mostra das Culturas y el día de peñas. La primera iniciativa es única en la comarca, siendo a día de hoy un referente contrastado. La segunda, aumenta de forma geométrica: en el año 2007 una peña y en el 2010 serán veinte. Dos propuestas que sin un gran desembolso involucran de forma directa a muchas personas y nos enseñan que hay algo más aparte de las orquestas millonarias.
También muy acertado el cambio de ubicación de las atracciones. El tráfico ha mejorado, y mucho, con respecto a años anteriores. Pero es necesario poner un poco de orden en su instalación y en ocupaciones abusivas por parte de propietarios de las barracas. Si la policía local no está, ni se la espera, alguien debe poner coto a ciertos comportamientos anárquicos. En todo caso, el objetivo debe ser cuanto antes (para el 2011) la liberación de la avenida de la Constitución y los tramos de calles que llevan de ésta a la Principal. Finalizo deseándoles a vecinos y visitantes que disfruten al máximo de las fiestas de verano Boiro 2010.