«Entrepontes»

Maxi Olariaga

BARBANZA

24 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Escribo este artículo, al día siguiente de la publicación de la revista Entrepontes, que edita el instituto Campo de San Alberto de Noia en colaboración con la Biblioteca del Centro, Equipo de Normalización y Prensa-Escuela, El País. Escribo el 22 de junio, martes, cuando se cumplen 377 años de la famosa abjuración de Galileo Galilei ante el Santo Oficio en Santa María sopra Minerva, para evitar una muerte segura. El nos dejó para el desánimo en la hora de la tribulación, su famosa y tal vez mítica frase: Eppur si muove. Así que cuando nos encontremos ante la intolerancia, la ordinariez y la ignorancia, podremos recordar esas palabras para refrescar el espíritu y seguir adelante.

En estos días en los que los mayores cometen atrocidades y latrocinios sin fin, los jóvenes son frecuentemente vapuleados por los cobardes que meten en el mismo saco a toda la juventud para así disfrazar su ineptitud, su desarraigo y tal vez la frustración de una vida vacía, manejada y muerta por el brazo armado del poder, el dinero y la ambición. Pero, eppur si muove nuestra juventud y saca a la calle esta revista en la que el alumnado da cuenta de sus actos y de la historia de sus días.

Como conocen dónde están las fuentes, se sumergen en las torrenteras del poder y entrevistan a su alcalde, a Núñez Feijoo y a su oposición para que les digan a la cara de qué va esto de la política. Tampoco se olvidan del espíritu y por eso charlan con Méndez Ferrín y con la poeta Ana Romaní, el músico Ros Marbá y el pintor Alfonso Costa. Respetan y aprenden de los viejos y se sientan a charlar con Angelita Salgueiro y repasan la educación de adultos para constatar lo útil que puede ser una larga vida.

Esta muchachada batalla en el siglo XXI por su supervivencia y no se les escapa la importancia de la ecología aplicada ni las alternativas que puedan parar el carro del dispendio y la especulación. Escudriñan en la tecnología, en la electrónica y en las energías renovables. Viven en Galicia, una nación que tiene su idioma propio y les preocupan los atentados que contra él se perpetran y por eso examinan el problema con lupa sin olvidar que sin duda tendremos que entendernos con el resto del mundo. Tienen claros los problemas propios de su edad así que examinan su condición física preguntando a los que saben de ello. La historia, la filosofía, la ciencia social, la empresa, todo tiene su espacio en este intento por expandir un corazón que no les cabe en el pecho. Topan con la iglesia, claro, e indagan qué hay detrás de ese telón milenario. En fin, una explosión de papel y tintas maravillosas que llenarán su alma de colores que tal vez tenía olvidados. No se la pierda. Vale la pena.