Procesiones pasadas por agua

BARBANZA

Las precipitaciones obligaron a suspender los desfiles de Semana Santa previstos para la noche del jueves y en Noia también aguaron las celebraciones el viernes

12 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Sin llegar al llanto desolado que se apodera de los fieles y cofrades del sur de España cuando la lluvia impide que se lleven a cabo las tradicionales procesiones, las precipitaciones también dejaron esta Semana Santa en la comarca estampas de decepción en las caras de decenas de personas que, después de un año de trabajo, no pudieron sacar los pasos a la calle. En Noia no pudieron salir ni el jueves ni el viernes, mientras que en otros municipios, como en Boiro o A Pobra hubo más suerte y los aguaceros dieron una tregua para que los desfiles pudieran celebrarse.

Si el jueves la procesión del Ecce Homo de Boiro se quedó en un acto celebrado en el interior de la iglesia de Santa Eulalia debido a la lluvia que regó toda la comarca, el viernes el tiempo acompañó y pudo celebrarse, tal y como estaba previsto, el Santo Encuentro. Los miembros de la cofradía del Cristo de la Misericordia encabezaban la comitiva que recorrió las principales vías del núcleo boirense en un desfile que siguieron cientos de personas, tanto en la calle como desde ventanas y balcones.

También en A Pobra pudo celebrarse la tradicional procesión de Os Caladiños, que, como es habitual, partió a las 23.00 horas de O Caramiñal, mientras que en Rianxo hubo desfile, aunque la salida de los pasos de la iglesia de Santa Columba se demoró unos minutos debido a la lluvia que hizo acto de presencia poco antes de las diez de la noche del viernes, hora prevista para que la comitiva iniciase su recorrido.

Decepción

Menos suerte tuvieron en la villa noiesa, donde tanto el jueves como el viernes se suspendieron las procesiones. Especialmente duro fue para la cofradía del Nazareno, que pretendía recuperar una tradición interrumpida hace más de cincuenta años sacando al Nazareno y que no pudo hacerlo a causa de las precipitaciones del jueves por la tarde.

Los rostros de decepción se repitieron el viernes. No en vano, estaba previsto que el Nazareno saliese en procesión con las cofradías de los Dolores y de la Tercera Orden Franciscana Seglar, pero la lluvia volvió a aguarles la fiesta y nadie pudo salir. Eso sí, para que los cofrades pudiesen al menos mover los pasos, se organizó una pequeña procesión en el interior de la iglesia. Un acto que resultó muy emotivo y que mitigó el disgusto por no poder salir en procesión.