La derrota ante el Burela deja a la escuadra de Domingo Erviti en una delicada situación en la tabla El Boiro ha dado un paso atrás en su aspiración de atar cuanto antes la permanencia en Regional Preferente. La derrota que sufrió ante el Burela en el campo de Barraña, en pésimo estado, deja a la escuadra de Domingo Erviti en una situación delicada. El elenco boirista es quinto por la cola, y está a sólo cuatro puntos del descenso directo. Boirenses y burelistas jugaron un horrible encuentro, con dominio del músculo y el patadón a seguir. Pese a ello y por ocasiones, los locales merecieron un punto.
15 ene 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Si se tiene en cuenta la situación en Segunda B y Tercera División, es posible que este año la permanencia se venda muy cara. La cascada puede llevarse por delante a tres equipos más de los establecidos obligatoriamente. Ante esta tesitura, al Boiro no le queda más remedio que recuperar el próximo domingo en Vizoño, en el feudo de un rival directo, los tres puntos que se dejó arrebatar frente a un Burela serio en defensa, pero que en ataque sólo contó con el oportunismo de Pichi. Domingo Erviti, preparador de los de Barraña, reconoció que locales y visitantes libraron un tedioso partido. Pero lo achacó al campo: «El campo nos perjudica. Incluso desmoraliza a los futbolistas del equipo que gustan de jugar tocando el balón, porque ya no pueden hacerlo», destacó. El navarro comentó sobre el encuentro: «Fue feo. La fuerza primó por encima de todo. Hubo pocas ocasiones. Pero nosotros tuvimos más que ellos. Una cerca del descanso, cuando Raúl finalizó su buena internada en el área disparando fuera. El tanto de ellos vino de un error nuestro, pero luego pudimos empatar en los últimos minutos. Pablo Chouza no acertó a concretarla», explicó.