La calidad de las plazas arousanas seduce a clientes de toda España

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

El marisco de la ría es enviado por las peixeiras a compradores de toda la península

29 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No es un fenómeno nuevo, pero parece haberse intensificado en los últimos años, quizás alentado por la agilidad adquirida por las empresas de transporte. Cada vez son más las peixeiras arousanas que, en Navidad y en fechas señaladas, nutren con buen marisco de la ría las mesas de clientes que habitan a cientos de kilómetros de distancia. Esos encargos empezaron tejiéndose entre las vendedoras de las plazas arousanas y los clientes hechos durante el verano. «É xente que ven comprar cando está de vacacións, e que como queda encantada coa calidade do produto, cando marcha pídeche que lle mandes marisco», explica Blanca Cao, una peixeira de O Grove que lleva años atendiendo pedidos a larga distancia.

También Pere Sabarís, en la plaza de Vilagarcía, anda estos días atareada para atender la demanda de marisco de la ría. La capital arousana es una ciudad elegida por muchos turistas para adquirir una segunda residencia. Y, durante sus estancias entre nosotros, muchos encuentran en la plaza un festival de sabores al que no quieren renunciar una vez de vuelta en su casa. Y menos en Navidad. Por eso, Pere atiende pedidos de todos los rincones de la península. Desde el País Vasco, hasta Navarra, Burgos, Valencia, Madrid...

Esa primera generación de clientes en la distancia ha ido dando paso a una nueva hornada de consumidores de mariscos de nuestras plazas. Son «los amigos» o «los familiares» de aquellos que tienen el trato directo con las peixeiras arousanas. «Muchos clientes hacen pedidos para amigos o familiares», explica Pere Sabarís. Y Blanca reconoce que «tamén hai moita xente que chama e di que ten o teu número porque llo deu algún dos compradores que xa tiñamos».

Es decir: el boca a boca funciona en esto de hacer negocio en la distancia. «Está claro que sí. La gente prueba el producto y queda encantada, entonces decide probar también», explican desde Vilagarcía. Y es que las peixeiras que han abierto esta vía de negocio se esmeran: mantienen los precios del producto y lo mandan fresco o cocido, al gusto del comprador. Que los servicios de paquetería permitan poner el pedido en cualquier rincón del país en unos tiempos récord permite ganar puntos a esta propuesta comercial.

Y no deja de resultar curioso, porque la venta de marisco y pescado a distancia no parece ser un negocio floreciente. La cofradía de O Grove intentó, en un par de ocasiones, poner en marcha una tienda online de los productos que pasan por su lonja. Pese a tener la frescura garantizada, el negocio no prosperó, ni la primera vez que se puso en marcha, ni en el intento de repesca. Y muchas empresas que surgieron intentando vender pescados y mariscos en la Red, también fracasaron.

¿Por qué, entonces, tienen tanto éxito los envíos que las peixieras arousanas realizan? Probablemente exista un factor determinante en todo esto: la transacción comercial nace de una relación de confianza que se establece entre el comprador y quien le sirve el producto. Es una de las ventajas que tiene el mercado de proximidad.

El producto encargado a las placeras puede llegar a destino fresco o cocido

«Estábamos un poco preocupados, pero la campaña está resultando bastante bien»

El desembarco en Vilagarcía, a las puertas de la Navidad, de Alcampo, hizo que los vendedores de la plaza de abastos se imaginasen un negro horizonte. «Había un poco de preocupación, porque pensábamos que, tal vez por la novedad, se notase», explica Juan Carlos López, el presidente de la asociación de placeros. Sin embargo, parece que no ha sido así. «Parece que las cosas están saliendo bastante bien».

Los vendedores, pues, están satisfechos. El sábado pasado, por ejemplo, la plaza presentaba un aspecto espectacular, con un trasiego enorme de compradores que querían aprovechar la última oportunidad para hacerse con las delicias que iban a servir en la cena de Nochebuena y en la comida de Navidad. La plaza abrió por la tarde, para que la gente no tuviese que apurar las compras. Sin embargo, y aunque en esas horas extra también hubo algo de movimiento, este no fue tanto como se esperaba. «Está claro que, polo menos en Vilagarcía, a xente ten asociado facer as compras na praza durante a mañá», explican algunos de los vendedores instalados en este recinto.

De nuevo, horas extra

En todo caso, mañana la plaza de Vilagarcía volverá a hacer doblete y abrirá sus puertas tanto por la mañana como por la tarde. Y es que la cena de fin de año está a la vuelta de la esquina y, aunque aquí los menús son mucho más variados que en Nochebuena, hay quien sigue apostando por surtir su mesa con los mejores mariscos. Aún así, en el mercado de abastos lo tienen claro: este sábado la actividad será mucho menor que siete días atrás.