La Administración devolverá dinero este mes a más de 3.000 funcionarios
VILAGARCÍA DE AROUSA
La mayoría de los trabajadores públicos arousanos solo recibirán 450 euros de media
22 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El anuncio está hecho. Tanto la Xunta como el Estado prevén devolverle este mes a los funcionarios parte del dinero que le deben desde que se empezaron a aplicar recortes. En el caso de los que dependen de la Administración autonómica, se les ingresará el 25 % correspondiente al abono de la paga extraordinaria del 2012 que el Gobierno de Rajoy les habría retirado. El CSIF, sindicato mayoritario del funcionariado en España, calcula que de media percibirán 450 euros por persona. Aunque se trata de una media muy relativa, porque hay salarios muy distintos y con extras diferentes. En cuanto a los del Estado, percibirán el 50 % de esa misma paga del 2012 que les habían retirado. Se cree que toca a 750 euros por cabeza. Pero hay que insistir en que todo depende de la categoría laboral.
¿Cuánto supone eso en la comarca como Arousa? Los cálculos son complejos. Una, dado que nadie es capaz de decir a ciencia cierta qué número de funcionarios y personal laboral hay. Y, dos, porque habría que saber con exactitud qué se devuelve a cada uno. Como mínimo, y siempre con las reservas indicadas, desde fuentes sindicales se cree que al menos hay unos tres mil trabajadores públicos arousanos que verán incrementada su nómina.
De estos, la mayoría pertenecen a la Xunta, bien sean profesores, personal sanitario o de justicia. Los correspondientes al Estado serían, como mínimo, unos 300. Si en vez de mirar al ámbito global se va al detalle, puede apreciarse la inyección que supone que se les devuelva este dinero. Solamente en un centro de trabajo como la comisaría de Vilagarcía hay 64 trabajadores, lo que implica unos 48.000 euros de dinero extra este mes.
Un «caramelo» que se agradece pero que no convence a nadie
Da igual qué oficina llena de funcionarios se visite. Las sensaciones son parecidas. Nadie se cree ya nada. «¿Que nos van a devolver la mitad de la extra que nos quitaron en el 2012? Cuando lo vea en la nómina me lo creo. Mientras tanto, nada». El que habla así es un hombre llamado Jerónimo Fernández, cuyo puesto de trabajo está en la cárcel de A Lama. Actualmente, es liberado sindical. Pero sigue cobrando del Estado. Podría pensarse que su condición de sindicalista es la que hace que se muestre más reivindicativo. Pero, en realidad, distintos funcionarios que trabajan en Pontevedra y en Vilagarcía, en Hacienda, los juzgados, la policía o Medio Rural hablaban así con idéntico escepticismo. La única diferencia con Jerónimo es que preferían no dar nombres ni salir en fotos «tal y como están las cosas». ¿Y cómo están, se les preguntaba? Entonces, abrían la caja de truenos para no cerrarla ya.
Unos y otros, sin excepciones, insistían en dos ideas: «Nos están devolviendo una parte de lo que nos quitaron, que es nuestro. No nos regalan nada», decían. Y «por mucho que nos ingresen dinero, nuestro poder adquisitivo es menor que hace diez o quince años. La vida subió y nuestros sueldos bajaron», añadían.
Lo contaban así en Hacienda. O en los juzgados. Y lo decía un policía nacional que pedía insistentemente que su nombre no apareciese reflejado en ningún lugar: «Nos quitaron muchísimo dinero. Y lo hicieron sin tener en cuenta que tenemos hipotecas que quizás nos costó pagar y muchos otros gastos». Otro funcionario, en esta ocasión mujer y perteneciente a la Consellería do Medio Rural, añadía: «Esto es un caramelo, nada más». Unos y otros son conscientes de que la devolución del dinero coincide con los períodos preelectorales. Pero eso es algo que a casi nadie le importa ya. «A mí que me lo ingresen, el resto no me importa», insistía Jerónimo Fernández.
A quienes no les importa en absoluto salir en fotografías, dar nombres y apellidos e incluso contar sus historias es a distintos funcionarios relacionados con el CSIF. Entre ellos, al responsable provincial en Pontevedra, Eduardo Rejo, que ayer era claro con respecto a lo que opina sobre la devolución: «Son cartos nosos, iso para empezar. E para continuar, trátase dunha devolución que chega tarde e con afán electoralista. Non convence a ninguén, iso por descontado».