Saltos interprovinciales para ir al súper, o a tu propio pueblo

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTECESURES

Mónica Irago

«Teremos que ir ao centro polo monte», dicen con humor los vecinos de Fenteira y Grobas, dos aldeas de Pontecesures a las que se llega por una carretera que en varios momentos discurre por suelo coruñés

01 may 2020 . Actualizado a las 12:42 h.

Tras largos días de encierro, ha llegado el momento de la desescalada. El proceso, ya lo ha anunciado el Gobierno, será lento: cuatro etapas. Durante las tres primeras, dice el plan trazado inicialmente desde Madrid, se limitarán los movimientos interprovinciales si no existe causa justificada para los mismos. El uso de las provincias como unidad de movilidad está sujeto a revisión después de que varias comunidades autónomas, entre ellas Galicia, hayan mostrado su disconformidad con ese criterio. Pero a la espera de que se tome una decisión definitiva, en localidades como Pontecesures fruncen el ceño mientras miran al puente que une esta villa con la vecina Padrón, en la provincia de A Coruña. «Non ten ningún sentido; está claro que hai que trazar a liña por algures, pero no noso caso, esa división xera situaciones ben extrañas», razona el primer edil, Vidal Seage.

MONICA IRAGO

A caballo ente Padrón y Cesures

Pone como ejemplo de ello a los vecinos de los lugares de Grobas y Fenteira. Viven a unos kilómetros del casco urbano. Para viajar hasta este, tienen que cambiar en varias ocasiones de provincia, ya que es terreno fronterizo y la división «fai zig zag». Así lo cuenta Eduardo, que vive en Fenteira y que tiene muchas fincas «que están unha parte en Pontevedra e outra na Coruña». «A Pontecesures temos que ir a facer a compra, para ir facer xestións... A todo. E temos que cruzar catro veces de provincia», relata. ¿Se aplicará el sentido común en este caso? Él tiene sus dudas. «Home, non vexo normal moitas das medidas que están tomando». Si el criterio provinial no cambia, dice Eduardo, a los vecinos no les quedará más remedio que «ir ao centro pola pista forestal, que é o único camiño que hai que non se mete na Coruña». Grobas y Fenteira no son los únicos núcleos cesureños que vivirían una situación extraña. Relata Vidal Seage que los vecinos de San Xulián, en Pontecesures, «non poderían ir a Cortiñas, que lles queda a cen metros, porque é Padrón». Por no hablar, en general, de todos los cesuereños, ya que la localidad vive volcada hacia el otro lado del río.

MARTINA MISER

Cinco minutos de Isorna a Catoira; quince hasta Rianxo

Una situación similar afectaría a los vecinos de Isorna que viven cerca del puente interprovincial que une Rianxo y Catoira; de nuevo, A Coruña y Pontevedra. En este caso, son los rianxeiros los que peor parados salen, ya que «ir a Catoira lévanos cinco minutos, e trasladarnos a Rianxo, aínda que non é que estea lonxe, lévanos polo menos quince». Esa diferencia de tiempo ha hecho que, históricamente, los residentes al otro lado del puente hayan elegido las sucursales bancarias vikingas para sus ahorros y sus asuntos financieros, los supemercados para hacer sus compras, incluso las tiendas agrarias para adquirir el alimento de sus animales. Así lo relata José Ramón Miguéns, que cada día cruza el puente para trabajar en su carpintería de Catoira. «O traballo é causa xustificada, pero hai moita xente que non vai traballar, que vai simplemente a facer recados», argumenta.

¿Podrán hacerlo mientras dure la desescalada? El tiempo dirá si el Gobierno central acepta, o no, cambiar ese aspecto de su plan de vuelta a la «normalidad».