Alerta en O Grove por la presencia del hombre que disparó a su mujer en 2018

Son múltiples las ocasiones en las que en los últimos meses Eva Afonso, víctima de violencia machista residente en O Grove, ha denunciado el quebrantamiento de la orden de alejamiento por parte de su agresor, quien le pegó dos tiros en 2018 y permanece en libertad provisional a la espera de juicio. Esa circunstancia se volvió a dar el pasado martes y la alerta para ella fue máxima: su exmarido había entrado en la provincia y lo hacía para declarar en el Juzgado de lo Penal número 4 de Pontevedra, según confirman desde el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, precisamente por algunos de esos incumplimientos. Se le impuso condena e inmediatamente volvió a quebrantar la orden.

La mujer fue alertada por el dispositivo COMETA de esta circunstancia, aunque ella desconocía que él tuviese que presentarse en el juzgado. A partir de ese momento, y como suele ser habitual, estuvo protegida por varios agentes de la Guardia Civil. Lo llamativo es que este martes, a las puertas de su domicilio, había un despliegue de seguridad que para nada pasaba desapercibido, con tres patrullas de la Benemérita que previamente la habían escoltado hasta allí.

Los agentes se apostaron en la calle Castelao durante tres horas, según cuentan vecinos y viandantes, se entiende que para velar por su protección. Preguntada por el asunto, Eva explicaba ayer que al agresor se le perdió la pista a primera hora de la tarde, por falta de cobertura en el dispositivo electrónico, seguramente tras salir del juzgado a donde se habría desplazado se supone que en un coche particular. En ese período de tiempo la pulsera, que se conecta por radiofrecuencia, la alertaba de que su agresor se encontraba a menos de quinientos metros de ella, lo que significa que habría entrado en O Grove quien sabe con qué motivo.

Encerrada todo el día

Permaneció encerrada en su casa el resto del día. Una tarde angustiante y que ratifica la urgencia de que se adopten medidas. Desde la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, aseguran que tienen constancia de la situación, confirman que la víctima está protegida, y son conocedores de los fallos en el dispositivo, y señalan que el contrato de los actuales aparatos habría finalizado y se estaría «nun proceso de licitación para unha mellora tecnolóxica».

Hacia el final de la tarde al parecer el dispositivo volvió a activarse y el despliegue de vigilancia se disolvió, pues el GPS registraba la vuelta a su domicilio en Ourense.

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