Adiós a Elba Domínguez, la mujer de eterna sonrisa

leticia castro O GROVE / LA VOZ

O GROVE

CEDIDA

La música grovense se apagó para la bandurrista tras siete años de lucha contra el cáncer

23 nov 2021 . Actualizado a las 21:47 h.

Si algo caracterizaba a Elba Domínguez (O Grove, 1973) era su buen humor, su perseverancia y su manera de involucrarse en todo aquello que hacía, algo por lo que será siempre recordada, por eso y porque era la única mujer que tocaba la bandurria en la localidad. Era un absoluto placer escucharla tocar esas cuerdas, para los que no la conocíamos y mucho más para los que en tantas agrupaciones musicales, coros y comparsas gozaron de su compañía casi hasta el último minuto. Así lo recordaba su sobrino Anxo Meis, con quien compartía estos últimos años acordes y melodías en la agrupación Arroba de Viño.

Elba Domínguez era una amante de la música y del carnaval, aunque el gusanillo le venía ya en los genes. Fue su padre el que la llevó por primera vez en una comparsa, Os Felinos de Terra de Porto, con tan solo ocho años. Después vendría la Rondalla de Terra de Porto, donde aprendió a tocar la bandurria, y años más tarde Os Garoulos. No darían estas líneas para contar todo lo que hizo, puesto que también cantaba y tocaba en tres corales polifónicas: San Martiño, Portonovo y Lores.

Se hacía querer allá donde iba. Hoy tendrá menos pena ella que los que la lloran, porque siempre llevó el optimismo por bandera, y como cuenta Anxo, «era o remolque de todos nós». Se implicaba tanto en todo lo que hacía, que en una ocasión su marido le dijo: «Estou buscando outra coma ti, porque nunca paras, pero non hai ninguén igual», recuerda. Hace siete años que le diagnosticaron un cáncer, y ella siempre creyó que lo vencería, y aunque no ha sido así, nunca consiguió apagarla.