«A marca do Grove, cando se fala de peixe e marisco, é sinónimo de calidade e a xente sábeo»

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

O GROVE

Martina Miser

Chema Caamaño, responsable de la pescadería de la cofradía San Martiño, asegura que hay clientes «de fóra» que siguen haciendo pedidos pese al cierre perimetral

17 abr 2021 . Actualizado a las 20:31 h.

La pescadería de la cofradía de O Grove ya tiene una larga trayectoria a sus espaldas. Abierto en una esquina del edificio que comparten lonja y plaza, este despacho suele atraer a compradores de la localidad y a otros muchos que se acercan desde municipios del entorno. «Temos xente de Sanxenxo, da Revolta, de Poio...», cuenta Chema Caamaño, el responsable de llevar las riendas de este negocio. El cierre perimetral que pesa sobre O Grove ha dejado a la pescadería sin esos clientes de siempre, aunque no del todo: muchos siguen cursando sus encargos al establecimiento de la cofradía, desde donde se les envía el pescado y el marisco perfectamente embalado y refrigerado hasta su domicilio. No son los únicos en hacer uso de ese sistema de pedidos y entrega: en la pescadería llevan ya tiempo haciendo envíos de los excelentes productos de la lonja meca a todos los rincones de España desde donde se los reclaman. La mayoría, explican, son particulares que quieren poner lo mejor de lo mejor en sus mesas, aunque también hay algún hostelero que se nutre en la pescadería meca.

Ese servicio a domicilio permite a este negocio del pósito seguir adelante, aunque el volumen de actividad ha caído de forma considerable debido a las restricciones que nos impone, sin remedio, la pandemia. «A estas alturas do ano, agora que empeza a vir o bo tempo, as vendas terían que estar a animarse... E mira como estamos», señala Chema, en referencia al cierre perimetral que pesa sobre O Grove y que, vistos los datos, parece que aún seguirá en vigor durante un tiempo. «Os venres e os sábados, nesta época do ano, traballabamos de marabilla, e agora...». Deja el final de la frase en el aire, de forma elocuente: los fines de semana no son lo que eran.

Asegura Caamaño, que lleva al frente de la pescadería desde hace unos meses, que la gran ventaja que tiene este negocio es que «a marca do Grove, cando se fala de produtos do mar, funciona moi ben. Cando falamos de peixe e marisco é sinónimo de calidade, e a xente sábeo». La mayor parte de quienes echan mano del servicio a domicilio de la cofradía son clientes ya conocidos, porque si algo tienen claro es que cuando alguien compra una vez en su despacho, repite. ¿Y qué piden? Pues de todo lo que se ofrece en este establecimiento, que se nutre casi totalmente de la lonja que está justo al lado.

«Non hai dúbida de que o centolo do Grove nunca falla; é o noso produto estrela. A xente lévao cando ten unha celebración, e cando o proban repiten», explica Caamaño. En cualquier caso, el mar de O Grove es mucho más que centollo: pulpo, choco, pescadillas, merluza... En la pescadería se pueden adquirir los productos de la lonja y especies de altura que se adquieren en otros puertos para dar servicio a sus clientes.

«O feito de que o produto que ofrecemos sexa, case ao cen por cento, da lonxa do Grove, dálle moita confianza á xente, porque teñen a garantía de que o produto está fresco. Ás veces poñémolo á venda vivo, porque nós abrimos despois da poxa». Efectivamente, la pescadería de O Grove abre los lunes por la tarde y los sábados por la mañana. El resto de la semana, tiene turno doble: de 9.20 a 13.30 y de 18.30 a 20 horas.

El despacho llegó a superar el medio millón de euros de facturación anual. El pasado año, los números cayeron en picado hasta los 350.000 euros, empujados por la crisis sanitaria a la que nos ha arrastrado el coronavirus. Pero a las cinco personas que integran este proyecto no les falta ni el empuje, ni las ganas de probar cosas. Así que están dispuestos a remontar en cuanto la situación se lo permita. Mientras tanto, siempre queda la posibilidad de pedir un centollo a domicilio.