Las autocaravanas toman O Grove tras la relajación de la normativa municipal
O GROVE
El municipio meco se ha llenado de estos vehículos, que también copan otros espacios en Vilagarcía, Cambados y A Illa
25 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Son las once de la mañana y el helipuerto de O Grove ofrece una inusual actividad. Este espacio, que debe permanecer vacío buena parte del año, se ha reconvertido en un estacionamiento. Pero no son los coches los que copan buena parte de las plazas, sino las autocaravanas. Hay cerca de una treintena de ellas aparcadas. Y poco a poco se ve regresar a sus ocupantes, que han salido a hacer las primeras compras. «Yo he ido a lavandería, a comprar para el desayuno y a la oficina de turismo», explica José Luis Mueso. Este asturiano lleva diez años viajando con su casa a cuestas y reconoce que había una época en la que no eran bienvenidos en O Grove, pero eso ha cambiado. Por eso hay tantas, añade. Por eso y porque el turismo de autocaravana está de moda y O Salnés es un destino que gusta.
La imagen de O Grove se repite en el aparcamiento de O Bao, en A Illa, en el área habilitada en Vilagarcía y, en menor medida, en Cambados. Quienes practican este tipo de turismo reivindican los ingresos que dejan allá donde van. «No somos mochileros que vamos de cámping. Nosotros cargamos diésel, comemos en restaurante y donde vamos dejamos dinero», añade Antonio Abuín, un autocaravanista de Madrid. «Nos fastidia que nos traten como gitanos y delincuentes», insiste su amigo Mueso. Y pone como ejemplo el caso de O Grove. «Antes no podía pernoctar, así que me ponía en le puerto una noche y salía zumbando. No echaba ni gasoil. Ahora nos quedamos a cenar», reitera.
El helipuerto parece haberse convertido en su espacio ideal, igual que le sucede a la zona de O Bao, en A Illa. Y eso que allí no pueden desplegar toldos, ni sacar mesas. De hecho, ninguno de los casi treinta vehículos aparcados en O Grove tiene elementos externos. «Que me dejen aparcar aquí es una delicia. Está todo cerca y no molestamos a nadie», añade el asturiano. Y al rato se gira para responder a un recién llegado que sí, que allí se puede aparcar sin problema. «Mi vehículo ocupa lo mismo que un turismo», insiste. Pero en este espacio no todos son expertos en autocaravanas. «Este es mi tercer día como autocaravanista y por casualidad di aquí. Vi que había un sitio donde se podía aparcar y nos quedamos», cuenta Jesús. Acaba de llegar a O Grove con su familia desde Navarra. «Ahora nos vamos a montar en el barco y todo eso», añade. A hacer turismo, como cualquier otro.
Un nueva área especializada a pie de playa en San Vicente
Dos años lleva Antonio Aguín intentando poner en marcha su área de autocaravanas, situada en el entorno de San Vicente. No ha sido sencillo, es más, se ha encontrado con algún que otro impedimento por parte de las administraciones. Pero al final lo ha conseguido. «Eu son autocaravanista e viaxo moito por Europa. Por iso se me ocorreu montar isto», explica.
O Faro, que así se llama este espacio, se ubica en San Vicente, «moi preto da praia», añade Aguín. Ha abierto sus puertas hace poco más de una semana y, por ahora, está encantado con el resultado. Tiene espacio para más de 100 vehículos, «pero no queremos meter máis de 70», explica. Porque todavía quedan cosas por hacer. En este recinto, los turistas pueden acampar, vaciar sus aguas o conectarse a la electricidad.
Como autocaravanista que es, Aguín considera que las administraciones deberían regular mejor este tipo de turismo. Y explica que, en países como Francia, estos vehículos cuentan con un sinfín de áreas de este tipo. En cambio, «aquí te ven coma un bicho raro» y casi no hay espacios habilitados. Sostiene, además, que su establecimientos permitirá alargar la temporada turística en San Vicente. «En setembro vai haber máis xente por aquí. Xente que merca no súper, que vai aos bares e restaurantes», insiste.