Los concellos de O Salnés dicen sí al plan de compostaje de la Diputación

s. luaña, B. Costa, M. Alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

Las campañas para informar sobre las bondades del compostaje recorren la provincia.
Las campañas para informar sobre las bondades del compostaje recorren la provincia. miguel souto< / span>

Barrios urbanos se suman a un sistema que hasta ahora se limitaba a zonas rurales

14 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie en O Salnés está descubriendo la pólvora, aunque si alguien mereciese ese reconocimiento, serían los isleños, que llevan reciclando los residuos orgánicos desde el año 1997. Pero si algo tiene de novedoso el plan de compostaje que promueve la Diputación de Pontevedra, es que brinda composteros comunitarios para instalar en zonas urbanas que hasta ahora quedaban al margen del proceso; es decir, del mismo modo que en calles, parques y plazas hay contenedores para recoger papel o vidrio, a partir de ahora habrá composteros en los que depositar los restos de comida que, por costumbre y por necesidad, se incineraban. El objetivo, como ocurre con los composteros individuales, es obtener abono de la descomposición de esos restos, así como abaratar el servicio de basura al ser menor la cantidad de toneladas que se transporta a Sogama para su incineración.

Pues bien, O Salnés ha dicho que sí a un sistema que está dando sus primeros pasos pero que los da con firmeza. Si hasta ahora, tanto a raíz del plan de Sogama como del provincial, ya había un millar de vecinos de zonas rurales que elaboraban compost de forma individual en sus huertas, ahora podrán ser también los de los cascos urbanos los que lo hagan. Y otros municipios eminentemente rurales como Catoira o Valga, que todavía no habían explorado este recurso, recuperarán a través del plan de la Diputación una costumbre que era habitual en tiempos de sus abuelos, porque el aprovechamiento de los restos de la comida para alimentar a los animales domésticos o abonar las fincas es una tradición gallega que se estaba perdiendo por una cómoda y peligrosa costumbre que arraigó muy pronto en Galicia, la de tirarlo todo al contenedor verde.

Vilagarcía y O Grove

Los primeros composteros comunitarios comenzarán a verse en los próximos días en Vilagarcía y en O Grove. La capital arousana los instalará en breve en Celso Emilio Ferreiro y O Piñeiriño, en un plan pionero que si tiene éxito, se ampliará a otras zonas de la ciudad. En el caso de O Grove, que lleva ya muchos años repartiendo composteros individuales por las zonas rurales, con más de cuatrocientas viviendas que elaboran compost, se prevé iniciar la experiencia comunitaria en Terra de Porto, también en los próximos días. Según indicó la concejala de Medio Ambiente, Ánxeles Domínguez, está en estudio aplicarlo también en la zona de O Corgo-Confín. De todos modos, por la dispersión poblacional de O Grove, el concello seguirá incidiendo con más fuerza en la ampliación de los composteros individuales. Además, programa una campaña entre los hosteleros, por la cantidad de residuos orgánicos que se generan en verano y que son aprovechables. «Imos poñer todos os medios humanos e materiais», asegura al respecto Domínguez.

En Cambados se repartieron en el mes de diciembre 25 composteros individuales en colegios y viviendas, pero el Concello quiere sumarse también al plan comunitario de la Diputación para reducir el elevado importe del recibo de la basura.

Otros concellos que ya trabajan desde hace tiempo con los composteros individuales son Ribadumia y Vilanova; en el segundo caso, gracias al compromiso de la asociación O Castro de Baión. En Catoira y en Valga se está informando a la población sobre los pormenores de un plan al que ya se le dio el «sí, quiero».

El pago a Sogama, que supera en algún caso los 900.000 euros, se hará insostenible

«Cambados ofrece os peores datos de reciclaxe na provincia, e hai que facer un esforzo por melloralos»

Víctor Caamaño

«Queremos traballar tamén coa hostalería, porque no verán estase a xerar moito refugallo aproveitable»

Ánxeles Domínguez

Uno de los objetivos del compostaje es medioambiental, porque aprovechar los residuos orgánicos implica rebajar exponencialmente el volumen de residuos que se incineran, pero el otro -igual de importante- es económico, ya que al ritmo que sube el recibo de la basura -Sogama aumentó el canon en el 2014- no tardará en hacerse insostenible para las arcas municipales. Vilagarcía, por ejemplo, paga a la Sociedade Galega de Medio Ambiente más de 900.000 euros al año, y Cambados pagó en el 2014 la cantidad de 487.000 euros. O Grove, que lleva años apostando por el reciclaje, logró rebajar ese mismo año el recibo acercándose a lo que le costaba en el 2007, en torno a los 380.000 euros. La Diputación de Pontevedra ya advirtió de que, si no se logra generar menor basura, cada uno de los vecinos de las ciudades podrían tener que pagar hasta 200 euros. Y no solo lo dice el organismo provincial, sino también la UE.