El debate sobre las cuentas del Concello de Vilanova, al rojo vivo

Bea Costa
bea costa VILANOVA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

MARTINA MISER

La oposición habla de una situación catastrófica mientras el alcalde afirma que la deuda «va bien»

07 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Vilanova es uno de los concellos más endeudados de Galicia en relación al número de habitantes. Entre bancos y proveedores debe alrededor de 9,5 millones y desde hace un par de años está sometido a un techo de gasto en virtud de un plan de ajuste estatal, situación que arrastrará hasta 2021. Las principales deudas corresponden a la compra de Vista Real -de los 1,1 millones que costó quedan pendientes por saldar medio millón- y 300.000 euros que debe a la antigua concesionaria del servicio de la basura, Celtaprix, un asunto que está en los juzgados y que trae cola dado que el Concello, a su vez, le reclama a la empresa otra deuda por incumplimiento de contrato. Y dos décadas después, todavía queda por saldar la factura de la segregación de A Illa.

Esta situación económica tiene consecuencias directas en los proveedores. Vilanova siempre aparece en la parte alta de tabla de los ayuntamientos gallegos que más tiempo tardan en pagar sus facturas, pero según sostiene el alcalde, esta estadística se está corrigiendo. «Lo de pagar a treinta días no lo hace nadie. Nosotros, ahora, estamos tardando unos 45 días. Hay quien se sorprende de lo pronto que cobra».

Los números son tozudos pero esto no impide que estén sujetos a interpretación. Para la oposición municipal (PSOE, BNG y Gañemos Vilanova) es un escenario nefasto, mientras que el alcalde dice que «las cuentas van muy bien». Gonzalo Durán se basa en que el Concello está logrando aminorar la deuda sin que ello suponga un menoscabo en la prestación de servicios ni en los bolsillos de los contribuyentes. «En los tiempos de crisis hubo un aumento del gasto social y no se le subieron los impuestos a los vecinos ni se eliminaron servicios», indica. «Nosotros gobernamos para le gente, no para tener contento a Montoro. Este Concello tiene deudas como todos. Con la cabeza fría, esto se endereza. Una deuda de mil euros por habitante no es tanto si tenemos en cuenta que la de la Xunta es de cinco mil euros por habitante y la del Estado de veintisiete mil», añade el popular.

Para aminorar los números rojos, el gobierno local ha adoptado medidas que afectan, sobre todo, al personal: no cubre las plazas que quedan libres por jubilación y reduce nuevas contrataciones como ocurre, por ejemplo, en el caso de la policía local, que lleva años sin recibir el refuerzo de auxiliares en verano.

Durán Hermida no cree que el endeudamiento del Concello sea tan grave pero, en todo caso, nunca deja de recordar que la situación sería bien distinta si se cumpliese la Ley de Régimen Local y la Xunta empezase a asumir las competencias que le corresponden en materia de servicios sociales y educación. Los concellos todavía siguen pagando la limpieza de los colegios, de los centros de salud y los servicios sociales. Son los llamados gastos impropios que, en el caso de Vilanova, representan alrededor de 800.000 euros anuales. «Si pudiésemos disponer de esa cantidad, el Concello estaría mucho mejor», sostiene el regidor.

Desde la oposición no buscan excusas. El PSOE habla de una «catastrófica» gestión del PP y niega que se estén realizando políticas de contención del gasto. Como prueba de ello, alude a los seis sueldos de concejales liberados y personal de confianza del alcalde, que superan 170.000 euros anuales, según los datos que maneja la oposición. Los socialistas también le enmiendan la plana a Gonzalo Durán al afirmar que sí se está gravando a los vecinos con más impuestos, caso de los recibos de la basura, alcantarillado y el IBI.

9,5 millones

Deuda municipal

De esa cifra, 6,5 millones corresponden a los bancos y 3 millones, a proveedores

«Facturas nos caixóns» y sospechas de que se desvían fondos públicos para el PP

En el último pleno volvió a hablarse de la situación económica del Concello con motivo de un reconocimiento de deuda de facturas impagadas, alguna del año 2000, que, según el PSOE, podrían no ser las últimas; «aínda hai máis nos caixóns», afirman. El grupo socialista insiste en pedir una auditoría contable en el Concello, denuncia que faltan fondos del museo Valle-Inclán y ahora está inmerso en una investigación sobre el supuesto uso de fondos municipales para fines partidistas. Sospechan que la orquesta que ameniza las cenas del PP de Navidad las paga el Concello y Durán ya les ha retado a que lo demuestren o, en caso contrario, tendrán que responder ante los tribunales.

Gañemos Vilanova también está sometiendo la gestión económica del PP a una férrea fiscalización. Hace un año ya lamentaba que se eliminase la partida de doce mil euros que el Concello destinaba a ayudas para los hijos de los trabajadores municipales. El mes pasado, el grupo de Elena Cores hablaba de una situación crítica. «Coa xestión do alcalde, esta situación manterase, no mellor dos casos, ata o ano 2037, deixando unha perspectiva moi negra para o futuro de Vianova».