













Arropadas por un pabellón entregado a la causa, las de Fernández ganaron al subcampeón de grupo, el Maristas Coruña (62-58), y aprovecharon las derrotas de Mataró y León
26 abr 2025 . Actualizado a las 21:59 h.La Agrupación Deportiva Cortegada jugará su segunda fase de ascenso tras renunciar hace catorce años a la Liga Femenina a fin de sincronizar las realidades deportiva y económica del modesto club vilagarciano. El conjunto que dirige Álvaro Fernández necesitaba una carambola diabólica: vencer al subcampeón de su grupo, el Maristas Coruña, y que el Romakuruma UE Mataró o el BF León pinchasen en sus respectivas canchas frente al Ibaizabal de la zona media de la tabla y el intratable campeón, el Bosonit Unibasket. Y finalmente, se produjeron los tres marcadores, con el Mariscos Antón dejando fuera al BF León para hacerse in extremis con el cuarto y último billete con derecho a soñar con el salto a la Liga Challenge.
Como se esperaba, hubo que sufrir hasta el último momento. Concretamente, hasta que a falta de 3,7 segundos del final del duelo se desatase la locura en el desde ayer Pabellón Municipal Sara Gómez al capturar Aminata Traore el balón rechazado por el aro en el intento de Amusan de estirar el chicle después de que Bernardeco subiese el definitivo 62-58 anotando sus dos lanzamientos en el carrusel final de tiros libres, con el duelo del Mataró ya finalizado.
Consumido el último suspiro del choque, la locura se desató entre la plantilla local, cuyas jugadoras se pusieron a botar de alegría en el centro de la cancha ovacionadas por algo más de medio millar de aficionados animados a personarse en el último partido de la fase regular por la transcendencia de lo que estaba en juego, y también por el acto oficial de bautismo del viejo Fontecarmoa 1, que contó con la propia Sara Gómez como protagonista, acompañada de toda una larga lista de autoridades políticas y gentes del mundo deportivo de la comarca.
Claro que antes de la alegría tocó sufrir. Y de lo lindo. Nadie contaba con que el Maristas Coruña fuese a regalar nada, y el conjunto herculino probó su afán competitivo luchando hasta el final por una victoria con la que afinar su puesta a punto para la fase. Cierto es, con el Mariscos Antón Cortegada yendo siempre por delante en el marcador a excepción del 0-2 de salida y un 5-7 que dio pie al primer feliz parcial del cuadro vilagarciano, de 13-0 hasta el final del primer cuarto: 18-7.
En un choque donde primó el trabajo defensivo, los dos equipos acumularon un sinfín de pésimos tiros, pérdidas de balón (16 las locales, 18 las visitantes) y acciones de ataque con la bocina de los 24 segundos castigando su común espesura. Este fue el argumento de todo el partido, con el Cortegada probándose más contundente y, sobre todo, como el adversario con más recursos individuales a la hora del todo o nada. Daniel, primero, y Andrea Pérez, en los últimos minutos, parecieron capaces de voltear un choque para las coruñesas, que perdían de 12 mediado el tercer acto, con Cris Loureiro brillando en ese momento, y de 10 de 5,52. Pero la acertada dirección de Bernardeco y el poderío y acierto de Jackowska y, sobre todo, Aminata, espantaron el fantasma que sobrevolaba con el 60-58 a 16 segundos del final.