Nace Los martes paracetamol, la nueva comparsa local formada íntegramente por mujeres, para animar los festejos
04 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hombres contra mujeres, masculino contra femenino... la rivalidad entre sexos es casi tan antigua como la humanidad y, cuando se toma en clave de humor y en un contexto como el del carnaval, puede ser más que divertida. Tras la desaparición de Unha Grande e Chea, hace ya su tiempo, Cambados se quedó sin comparsas locales que arrancaran una sonrisa a sus vecinos con sus letrillas sobre la actualidad y la historia del municipio. Entonces llegaron Los lunes al col, dignos sucesores de los señores del chaleco rojo, y la fiesta cobró una nueva dimensión. Ahora, son las chicas las que se han animado a participar activamente en el carnaval con Los martes paracetamol. No puede presumir de ser la primera comparsa femenina de la localidad. Las madres de la plaza de Alfredo Brañas, que solo existió durante dos carnavales, ya rivalizó en su época con Unha Grande Chea. ¿Quién ganará en esta ocasión? Sin duda, el carnaval de Cambados.
Los martes paracetamol nació, como todas las grandes cosas, de una casualidad. «Era el 22 de febrero del año pasado, martes de Carnaval. Los lunes al col habían ganado y lo estábamos celebrando con ellos», cuenta Gemma, una de las integrantes de Los martes paracetamol. «A ellos siempre les sobraban canciones, porque hacían más de las que tenían que presentar al concurso y les propusimos que, en el siguiente carnaval, nosotras íbamos a montar un grupo y podíamos aprovechar esas canciones», añade. Ese fue el principio de un proyecto que prendió como la pólvora. Alba, Marina, Gemma y las demás presentes se comprometieron, mediante el tradicional pacto de cuspe, a poner en marcha la primera comparsa femenina de la historia Cambados en años.
Eficaces y organizadas
Lo primero que quedó demostrado es que la eficacia de estas chavalas no tiene parangón. En cuestión de minutos había ya creado un grupo de wasap con una veintena de integrantes, algunas de las cuales se preguntaban en qué las habían metido sus amigas. Tenían hasta nombre, porque estaba claro que si Los lunes al col, Los martes paracetamol. Y a última hora de la noche había hasta una canción en el chat. Su éxito fue tal que en agosto tuvieron que cerrar la lista de incorporaciones.
Tener la primera canción les dio alas para animarse a escribir más. En el mes de marzo celebraron su primera reunión, que se convirtió en una cita mensual hasta que la proximidad del carnaval las obligó a organizarla de forma semanal. Porque, sin duda, la organización es otra de sus características. «El disfraz lo elegimos en abril, tenemos estatutos y pagamos cuota», explica Nati, que como buena ingeniera tiene calculada hasta la edad media del grupo, formado por una veintena de mujeres. Las funciones están claramente repartidas: Vicki se ocupa de los pinchos, Silvia, la presidenta, cede el local, y Cuqui, la profe de música, es la encargada de los arreglos musicales. Las dos Beas, Patri, Pili, Paula, Andrea, las Antías, Cris, Sara, Isa, Sabela y María tienen «cada una un papel muy definido, nuestro próximo objetivo es la alcaldía», aseguran entre risas. Lorena, que vive en Irlanda, prueba las canciones con sus alumnos de la guardería, los afortunados que escucharon en primicia a la comparsa, «y que aprenden con nosotras castellano-gallego», cuentan. Y la otra Alba, que dicen que es la que más disfruta del carnaval porque le encanta, se pone nerviosa. «Sueña con canciones», aseguran sus compañeras.
Si algo de verdad caracteriza a este grupo es el buen rollo y las ganas de pasarlo bien. «Empezamos a hacer las canciones en octubre, cada una iba aportado y los arreglos los hacía Cuqui», cuentan. Reconocen que están nerviosas, porque esta será la primera vez que actúen y se suban a un escenario. Pero están convencidas de que nacen con vocación de permanencia, «si no nos morimos de vergüenza el primer día y no nos tiran tomates», bromean. Sobre su rivalidad con Los lunes, lo tienen claro. «Vamos a ganar porque somos buenísimas y ensayamos un montón», afirman, aunque reconoce que hay mucho de pose en esta actitud porque lo que de verdad hay entre las dos formaciones «es buen rollo y ganas de revitalizar el carnaval».
Con estas dos comparsas, el carnaval de Cambados revivirá este año la lucha de sexos que allá por los noventa protagonizaron Unha Grande Chea y Las Madres de la Plaza de Alfredo Brañas. «Éramos madres que nos juntábamos en la plaza para tomar café mientras los niños jugaban. Ahí empezó todo», recuerda Rosa Mari, una de sus integrantes. Salieron dos años «y teníamos letrillas y todo. El primero fuimos de negritas y, el segundo, de majas, con los niños vestidos de señoritos andaluces», afirma. Cree recordar que ellas ganaron el primer concurso al que se presentaron, que se celebraba en la plaza de Fefiñáns, mientras que los chicos se llevaron la victoria al año siguiente. ¿Habrá llegado el momento de la revancha?