A Illa de Arousa sigue vallando sus playas con el objetivo de preservar las dunas de la erosión que provoca el tránsito de personas y de vehículos. Ya se hizo en Area da Secada y ahora es el turno de Espiñeiro. Esta semana empezaron allí las obras para instalar el nuevo vallado y se hace de manera más completa que en ocasiones anteriores, pues además de limitar el paso desde la zona exterior —más próxima al camino— también se colocarán barreras en la zona interior a modo de cierre perimetral en las zonas más sensibles de la duna.
Esta intervención es posible gracias al Plan de Compensación Ambiental que financia la Xunta en un 80 % y el Concello, el 20 % restante. En total se invertirán 40.000 euros, que el alcalde isleño, Luis Arosa, espera que no sean los últimos. En su municipio hay muchas playas por proteger y en el Concello ya están pensando en seguir con esta política en la de Arruda, próxima a Espiñeiro.
La presión sobre el entorno natural que provoca el turismo y la afluencia a las playas durante el verano repercute negativamente en estos espacios de gran valor paisajístico y medioambiental y las vallas de madera se presentan como un método eficaz para preservar la fauna y la flora de las dunas.