David Beckham les da otra vuelta a las conservas de Los Peperetes en su Instagram

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

El exfutbolista regresa al hotel de los Alpes franceses que visitó hace un año y vuelve a degustar las elaboraciones arousanas

20 feb 2024 . Actualizado a las 12:55 h.

Ingredientes naturales, selección del mejor producto de las rías y un trato esmerado y cuidadoso. Este es el secreto que defienden Los Peperetes, una reconocida marca de conservas artesanales nacida en Carril, a orillas del mar de Arousa. Sus productos gozan de un merecido prestigio en establecimientos gourmet de medio mundo. Hace un año, David Beckham esquiaba en la estación de Courchevel, en los Alpes franceses, cuyo restaurante es cliente de los hermanos Lorenzo, Jesús, Santiago y Belén, la segunda generación de conserveros que, junto a su madre, Toña Paz, continúan abanderando la calidad de Los Peperetes. Y el exfutbolista no dudó en ilustrar su perfil de Instagram con varias imágenes de las latas que acababan de servirles a su grupo y a él. Sus favoritas, reconoció la antigua estrella del Real Madrid, eran las sardinillas de Rianxo en aceite de oliva.

Doce meses más tarde, Beckham ha regresado a la estación alpina y el recuerdo del sabor de Los Peperetes en absoluto se ha desvanecido, a la vista de que ha vuelto a pedir sus conservas, reflejándolo de nuevo en Instagram. Algo que a las sardinillas de Carril les proporciona una nueva oportunidad de brillar en las redes sociales. Y no en un rincón perdido, precisamente, sino en un perfil, el del deportista británico, que es seguido por más de 71 millones de personas en todo el planeta. Una popularidad que se retroalimenta con la de su esposa, la ex Spice Girl Victoria Beckham.

En aquella ocasión, el tráfico de la web de la conservera carrilexa se disparó hasta multiplicarse por cuatro o por cinco. Así que es de suponer que vuelva a hacerlo. Lo que no sabemos es si el genio del fútbol habrá tenido, entremedias, la oportunidad de saborear sus sabrosas elaboraciones. En los Alpes, al menos, son un fijo en su merienda.