El regidor convocó a los vecinos para tratar de explicarles el proyecto
19 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Alrededor de doscientos vecinos acudieron ayer a la llamada del alcalde de O Grove, Jose Cacabelos, en el club de remo Mecos. Lo hacían tras haber manifestado días atrás su oposición a la obra de Alexandre Bóveda tal y como está planteada, así que el regidor acudió allí a escucharlos, y a defenderse, con datos, de las críticas.
Cacabelos hizo especial hincapié en la eliminación de aparcamientos y aseguró que el gobierno está estudiando la manera en que se pierdan solamente seis plazas «ya que hay que disponer también de zonas de carga y descarga y de estacionamientos para minusválidos», explicó. Habló del volumen del tráfico y de la necesidad de ampliar las aceras, que serán de 2,5 metros de ancho, y aclaró que tras haber terminado la actuación de Lordelo la mayoría de los cambios de sentido en las calles adyacentes volverán a ser los habituales.
Una vez más la explicaciones no convencieron a los presentes, que lo interrumpían frecuentemente. La reunión se volvió tensa, y algunos afectados se levantaron con una pancarta en la que rezaba «obras así non». Todos querían hablar y era imposible intervenir. Tras dos horas de conversación sin llegar a ningún punto en común los vecinos comenzaron a irse, así que Cacabelos no pudo hablar de la actuación realizada en el Paseo de Lordelo, que ya está abierto al tráfico. En resumidas cuentas, el encuentro valió para expresar quejas y solventar algunas dudas, pero no para convencer a los vecinos, ni para que estos lograsen que se rectificase un ápice el proyecto.