Hablan los productores: «É unha alegría poder volver, pero hai unha sobre oferta que pode pasar factura»
AROUSA
El hambre atrasada de música en directo y el tirón del Xacobeo están propiciando una eclosión de conciertos. «Todos los concellos quieren tener su festival», apunta el codirector del Atlantic Fest, Toño Caneda, y donde no hay un festival, hay un concierto que va arrastrar a miles de personas. Esto es motivo alegría, pero «hai que facer unha dobre lectura», apunta Patricia Hermida, gerente Dotbeat. «A sobreoferta pode pasarnos factura», añade, y no se refiere tanto a posible problemas de seguridad —«o que pasou no son do Camiño foi un accidente puntual»— como a la calidad del producto. «Cando se fan tantas cousas á vez é máis difícil coidar o produto final».
Junto a profesionales como ella, que están teniendo que rechazar ofertas de trabajo, surgen otros productores que no lo son tanto y a los que recurren los concellos para sacar adelante sus propuestas. «E logo chove e non hai jaimas para todos», apostilla Patricia Hermida. «Intrusismo sempre houbo, pero agora está máis fomentado pola gran demanda que hai dos concellos». No es oro todo lo que reluce y este fenómeno está afectando de forma negativa al negocio, añade Caneda. «¿Cómo defiendes un festival privado contra una institución?».
Uno de los caballos de batalla para las productoras, y también para algunos artistas, es el de la gratuidad de los conciertos. El público lo agradece pero hay quien opina que es bueno y necesario cobrar una entrada, «aunque sea de cinco euros», indica Caneda, fórmula esta que, por ejemplo, han adoptado este año en la Festa do Albariño para algunos de sus conciertos.
Esta efervescencia que vive el sector también está dejando atrás a los pequeños, a esos artistas que no llenan plazas durante el verano pero sí alimentan el circuito de salas durante el duro invierno. «Cando desapareza o Xacobeo e pasen as eleccións e se queira rescatar aos pequenos, quizais moitos xa non estean», se lamenta Hermida. Hay claros y oscuros en este verano post pandemia, pero a la hora de balance, los empresarios lo hacen en positivo. «Cada vez os programas son máis eclécticos e iso é bo para o ecosistema musical, é enriquecedor porque favorece novas tendencias».