La policía de A Illa impone siete sanciones en controles en el puente

Rosa Estévez
rosa estévez A ILLA / LA VOZ

AROUSA

ADRIÁN BAÚLDE

En este municipio, el único libre en la comarca de cierres perimetrales por el covid-19, la vida parece seguir igual hasta las once de la noche, lo que hace de ella un destino tentador

28 nov 2020 . Actualizado a las 20:49 h.

Más irreductible que nunca, A Illa de Arousa es desde ayer el único municipio de la comarca de O Salnés que no está oficialmente sometida a ningún tipo de cierre perimetral. La almendra Meis-Meaño-Ribadumia ha nacido víctima del covid, para sumarse a las ya formadas por Vilagarcía-Vilanova y Cambados, y por Sanxenxo y O Grove. «Nós non temos limitación de movementos, pero estamos máis illados que nunca. Os outros concellos están agrupados. Nós podemos saír, pero onde imos?», se lamentaba ayer un vecino.

En A Illa, la vida parece seguir igual hasta las once de la noche, lo que hace de ella un destino tentador. Es lo que tiene la fruta prohibida. Los locales de hostelería están abiertos y el sol de estos días hace que a muchos les entre la nostalgia de Carreirón en otoño. Así que, desde hace tres semanas, cada viernes la Policía Local de A Illa está realizando controles para evitar que nadie entre en el municipio sin tener una razón de peso para ello. En todo este tiempo, han puesto siete sanciones: dos de ellas, este fin de semana. Tres vecinos de Vilanova y cuatro de Vilagarcía intentaron burlar la norma del cierre perimetral aduciendo todo tipo de razones. Después de ese control, los agentes se fueron a la zona de O Regueiro, donde se identificaron a 26 personas para comprobar su lugar de residencia. En este caso, no se registró ninguna infracción. La Policía de A Illa pide a los conductores que deban desplazarse a esta localidad que tengan a mano el documento que autoriza sus movimientos.

Por otra parte, en Ribadumia, el cierre perimetral ha sido recibido por sorpresa. Somos ha emitido un comunicado de prensa en el que lamentan los hosteleros fuesen avisados con apenas unas horas de antelación, «ás portas dunha fin de semana, e coas cámaras preparadas». «Asumimos as novas restricións, pero non podemos compartir as formas da Xunta de Galicia», dice Henrique Oubiña, que pide al gobierno local que se adopten medidas de apoyo a la hostelería.