Abrigados sí, pero nada de mantas

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

EL IES Bouza Brey ha mandado una circular prohibiendo su uso

30 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Todavía no ha llegado el crudo invierno, pero las corrientes no son como aquellas bicicletas, exclusivas de una estación. Y entre corrientes otoñales e invernales deberán convivir los estudiantes de colegios e institutos para que las aulas se aireen y el covid-19 no campe por ellas a sus anchas. Todavía no ha llegado el crudo invierno, decíamos, pero sí tenemos a Instagram en nuestras vidas, y en las de los más jóvenes, desde hace tiempo. A alguno de ellos se le ocurrió que llevar la manta a clase podía estar bien y la moda causó furor y cuajó entre los adolescentes de muchos lugares.

Así que llega la mañana y cargan con las mochilas en las espaldas y con las mantas en sus bolsas para abrigarse en las clases. Y a la salida del instituto, otra vez de vuelta a casa con ello. El uso de la manta es tendencia, eso es indiscutible, pero en algunos centros han comenzado a cortar el vacilón a los chavales.

Es indiscutible que cuando llegue el frío de verdad, y como parece que la vieja solución de ventilar abriendo las ventanas va a ser toda la tecnología de la que puedan disponer los centros para evitar contagios masivos, habrá que ir a clase especialmente abrigado para evitar que la gripe de toda la vida haga también estragos. Pero una cosa es eso y otra convertir las aulas en un desbarajuste de mantas y batas. Así que, la dirección del IES Bouza Brey, de Vilagarcía, ha mandado una circular a los progenitores explicando la situación y poniendo unas normas en cuanto a la vestimenta. En el comunicado, el equipo directivo del centro vilagarciano reconoce que será necesario que los alumnos vayan especialmente abrigados al instituto para afrontar los meses de invierno, porque la irrupción del covid obliga a un constante ventilación de las aulas, pero establece una clara prohibición a la hora de llevar prendas y demás adminículos para huir de la frigidez que pueda reinar en la clase. De tal forma, que no está permitido que los alumnos llevan a clase mantas, batas «ou complementos similares». Es obvio decir que la decisión cayó como un jarro de agua fría, nunca mejor dicho, entre buena parte de la muchachada, que había acogido con notable entusiasmo esa moda de la mantita.