El estado de alarma ha afectado de manera indiscutible al sector de la cultura, que ha colgado el cartel de cerrado de manera obligatoria. Pero el gusanillo, claro está, sigue ahí y son innumerables las iniciativas que están surgiendo en las redes para animar el cotarro y ayudar a que las horas pasen y el aburrimiento no se instale en el sofá.
Xoán Mariño es uno de los que se ha lanzado a intentar hacer alguna parte del día más llevadera, tanto para sus vecinos como para los que lo puedan ver a través del Facebook. Él, que se pasa toda la temporada veraniega poniendo cine al aire libre por toda Galicia, pensó que por qué no hacerlo ahora también, aprovechando que los equipos están en su casa.
Dicho y hecho. Con el permiso de los vecinos de enfrente de su piso todos los días hace una sesión doble en la rúa Rey Daviña. A partir de las nueve de la noche, en primer lugar emite un cortometraje y a continuación un clásico del cine mudo. Porque dice, la idea es no hacer demasiado barullo para que nadie se sienta importunado. Tampoco se extiende mucho la proyección, nunca más de quince o veinte minutos.
Evidentemente, el público potencial tampoco es demasiado, al menos en vivo -aunque con esto de las redes todo se extiende con facilidad- porque las películas se proyectan sobre la fachada del último edificio de Rey Daviña, el que está más próximo a la plaza de la Constitución: los pocos vecinos que tiene la opción de verlo desde su ventana y algún paseante con su perro, que pasó por allí el primer día y ahora se ha convertido en un habitual durante algunos minutos. Hoy el menú lo formarán el corto «Cazatalentos», de José Herrera, y «The Garaje» de Buster Keaton.
Las proyecciones se pueden seguir en directo en Facebook en el muro de cinenarúa