«Esto no va de drogas psicodélicas, hay un concepto detrás»

La Voz

AROUSA

cedida

Leda Atómica estrena el sábado (19 h) su primer disco largo en el estudio B4 (antigua Borrón 4)

29 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Se les podrá acusar de otras cosas -habrá que escuchar el disco entero- pero desde luego no de no dotar de una sesuda arquitectura conceptual a su trabajo. Plasmado esta vez en un disco con 10 tracks que han titulado Café, yagé y otras plantas. Antes de entrar en otras consideraciones dejemos que ellos mismo lo presenten: «La sinopsis es sencilla, ocho personajes aleatorios, entre ellos los Piratas del Inconsciente Leda Atómica, son convocados por el chamán del Rayo para participar de una rarísima ceremonia. Las canciones están ensambladas orgánicamente en una historia que se va contando en base a elementos estrictamente sonoros. La idea es que la imaginación del oyente haga el resto. En el disco se retoman las obsesiones temáticas esbozadas en el show en directo y en maquetas previas, el chamanismo, la onironáutica y la música entendida elemento de ritualización».

-Escuchado esto, lo que mejor se entiende es la alusión a «otras hierbas».

-(Se ríe) Bueno, una vez que escuchas el disco ya vas atando cabos.

-Explícanos lo del título.

-Café, yagé y otras plantas es una ceremonia de unas medicinas basada en el chamanismo. De hecho el yagé es un brebaje que se utiliza en contextos rituales, en los que la música tiene un papel fundamental a través de los ícaros. Esa idea del músico como chamán está en el concepto del disco.

-Definís vuestro sonido como «pop babú». ¿A que os referís?

-A que no nos gusta tomarnos demasiado en serio. Somos unos monos. Y el pop nos ayuda a restarle importancia al mensaje. De ahí lo de pop babuino o pop babú. Y es que además de todos esos intereses antropológicos a nosotros nos gusta la música ligera.

-Los dos temas de adelanto del disco son radicalmente diferentes. En lo musical ¿es el eclecticismo vuestra seña de identidad?

-Sí, realmente lo que le da unidad son las temáticas, elrelato. A nivel puramente musical hay un reggae, hay rock, hay una balada, hay otras que tienen un color latinoamericano... Hay hasta un ícaro que hemos compuesto nosotros. Bebemos de esa cultura con muchísimo respeto. Para nosotros esto es un material muy sensible. Nos hemos preocupado de estudiar este asunto para hacer este trabajo. No es esto mola, drogas psicodélicas a tope y pillo esta estética. No, no va por ahí la historia. Hay algo detrás.

-¿Cómo va un músico a parar en el chamanismo desde Cambados?

-Galicia es una tierra con un contacto con lo mágico y con lo espiritual muy patente. Hay mucho folklore aquí. Y en Cambados, sobre todo a través del vino, que yo lo entiendo un poco como el ayahuasca de aquí en el sentido de que tiene unos cuantos rituales asociados en torno a él. Sin ir más lejos aquí tenemos una gran fiesta.

-Decís que «la premisa de la grabación parte del concepto de cine ciego». Eso también requiere una explicación.

-El disco cuenta una historia, casi cinematográfica. Hay escenas, hay diálogos, hay acciones... Pero las contamos sin imágenes. Estamos siendo constantemente bombardeados por información y por imágenes. Lo que planteamos con el disco es «vale, nosotros te ponemos los sonidos pero las imágenes las generas tú».