Jónatas apareció un día por las pistas del Centro Galego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra acompañando a su hermana Adriana, que entrenaba disco y jabalina. Cuando vi el interés con el que observaba, lo invité a probar y me sorprendió su capacidad de imitación.
Poco a poco Jónatas se animó a integrarse en el grupo de lanzadores que conforman el Núcleo de la RFEA que dirijo en Pontevedra; venía entre 5 y 8 días al mes. Al principio no quedó muy convencido de su valía, pues siendo de los más altos de su edad, no conseguía ganar, tercero de Galicia con 13 años, sexto con 14 y tercero con 15. A partir de aquí, deja el baloncesto y se centra en el lanzamiento de jabalina, y aunque no puede entrenar más que 3 ó 4 sesiones semanales, por motivos de estudio y desplazamientos, ya desde el pasado año con 16 cumplidos comienza su despegue.
La característica más destacable de Jónatas es su capacidad de asimilación. Si persevera en el trabajo es un atleta de gran proyección. Dado el grupo de entrenamiento en el que está incluido y el entorno familiar que le apoya en todo, solo su actitud y disposición le permitirán llegar muy lejos. Quizás sus puntos débiles sean la poca capacidad de sacrificio y la edad en que se encuentra que lo hace más inestable emocionalmente. Con todo ello, posee un talento físico que le podrá permitir estar con los grandes.
Los objetivos esta temporada son el récord de Galicia, medalla nacional e intentar la internacionalidad. Si bien respetando los tiempos de su madurez, pues es un atleta que todavía está en desarrollo.