De experimento a auténtica factoría de oro líquido

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

La estación fitopatológica prensa ya mil kilos de semillas de camelia al año para convertirlas en aceite

08 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Corría el año 2010 y los medios de comunicación se hacían eco de que en la Estación Fitopatolóxica do Areeiro (ubicada en Lourizán) ponían a prueba el potencial oleoso de la camelia. Tras un estudio previo, se experimentaba con la producción de aceite del árbol que da la flor más bella del mundo y se utilizaba para ello una máquina de prensar traída de Japón. Han pasado siete años desde entonces. Y lo que en aquel momento era un experimento exótico se ha convertido en una factoría de oro líquido, es decir, de un aceite igual o mejor que el de oliva. Cuenta la científica Carmen Salinero, desde un despacho donde la camelia se puede ver en cortinas, en aceite o en cuadros, que se están prensando unos mil kilos de semillas al año. Dado que el aprovechamiento para aceite suele ser de un 20 %, se están sacando anualmente 200 litros de aceite.

Cantidad

¿De dónde sale tanta semilla? Salinero explica que son decenas de productores los que llevan sus semillas a Areeiro para que se las prensen y se extraiga el aceite. La estación, que depende de la Diputación, no tiene estipulada una tasa por este trabajo. Lo que hace es quedarse con el 20 % de la semilla de cada entrega para dedicarla a investigación o, también, a hacer su propio aceite para la promoción y divulgación del producto. Actualmente en Areeiro se prensan semillas llegadas de toda España, ya que es el único centro en Europa donde se hace aceite de camelia. ¿Para qué se utiliza luego todo ese aceite? La pregunta tiene múltiples respuestas. El oro líquido de la camelia no está aprobado para su venta para el consumo humano, pero eso no quiere decirse que no se pueda usar . Es más, su presencia ya esté garantizada en platos de grandes restauradores. Iñaki Bretal, por ejemplo, es uno de sus adeptos.

Muchos particulares lo utilizan tal y como sale de la prensa, puro, para cosmética. Hay quien lo añade a la crema hidratante o quien lo utiliza, por ejemplo, para las irritaciones de la piel infantil. Alguno acaba como pesticida natural o en forma de jabones, champús y demás fórmulas cosméticas. En ese sentido, uno de los productos más conocidos son los jabones que elaboran las monjas de Armenteira, que tienen como base el aceite salido de esa prensa de Areeiro.

El filón empresarial

¿Y la industria, ya aprecia el aceite de camelia patrio? Sí. Hay empresas que venden ya una gama de cosméticos con el aceite de camelia gallego. Es el caso de Acemelia, una firma a medio camino entre Vigo y Pontevedra que tanto ofrece el líquido puro como crema antiedad hecha con él. Indicaron ayer que hacen años que empezaron con este proyecto, lo dejaron porque consideraban que el producto no era conocido y, en el 2014, apostaron de nuevo por él. «Nos está costando, pero lo estamos introduciendo tanto en Galicia como en el resto de España», señalan. Prensan parte de la semilla en Areeiro y parte en sus instalaciones.