La semana pasada fue en Cambados y ayer le tocó el turno a Vilagarcía. Esta vez no fue delante de la casa consistorial, sino delante de los edificios judiciales donde se celebró la concentración convocada por el BNG y la CIG en contra del proyecto de reforma de la planta judicial de Gallardón que elimina todas las salas que no estén en la capital de provincia. Es decir, que de ponerse en marcha, implicaría el cierre de los siete juzgados arousanos.
Tras una pancarta que rezaba «Non á eliminación dos partidos xudiciais do Salnés» se colocaron la diputada nacionalista Montse Prado, la edila vilagarciana María Villaronga y otros políticos conocidos como Rosa Abuín, Duarte Correa a Castro Ratón. También acudieron abogados, funcionarios, miembros de otras plataformas de la comarca y hasta vecinos que volvían de sus tareas, como un hombre que se llevó la caña con la que seguramente volvía de pescar.
Las consignas fueron similares a las que se corearon en Cambados: «Si, si, si, o xulgado queda aquí» y «Onde está que non se ve o alcalde do PP». Los asistentes acudieron también con carteles en los que se exigía la permanencia de los juzgados en Vilagarcía. El número de asistentes no llegaba al centenar de personas; desde luego, inferior a los que se concentraron la semana pasada en Cambados.
Rechazo unánime
Aunque en general el rechazo en la comarca a la reforma de Gallardón es unánime, no todos quisieron colocarse detrás de una pancarta diseñada por los nacionalistas. En ese sentido se manifestó la semana pasada el alcalde de Cambados, Luis Aragunde, que se posicionó abiertamente en contra del cierre de los juzgados pero que dijo que iba a agotar la vía de la negociación antes de movilizarse. «E cando o faga, farenino ante a Delegación do Goberno», dijo.