Una única moción de urgencia se debatió en el pleno de ayer y fue aprobada por unanimidad tras algún matiz en su redacción y con un debate inicial sobre la forma de presentarla. La llevó el BNG y trataba sobre el mantenimiento de las escuelas unitarias en Vilagarcía.
La iniciativa viene a cuento tras lo sucedido el año pasado, cuando los padres de los alumnos de las escuelas de Pedroso y Solobeira se vieron sobresaltados ante la amenaza que salía de la Consellería de Educación, que pretendía cerrar ambas unitarias. La rápida reacción del pleno de Vilagarcía, que aprobó una moción del BNG para exigir su continuidad, además de la movilización de los afectados impidió que llegara el cierre.
Un año después, ante la falta de información de las «intencións da Consellería de Educación sobre estes centros nin a través da listaxe de admitidos que xa tería que haber sido exposta ni a través de comunicación aos mesmos docentes dos centros» la formación nacionalista salió a la palestra para instar a Ravella a que realice «con carácter de urxencia» las consultas necesarias para conocer las intenciones del organismo.
Rocío Llovo, concejala de Educación, se comprometió a realizar hoy mismo las llamadas necesarias para salir de dudas, aunque también aseguró que a ella no le había llegado ni siquiera el más mínimo rumor sobre la posibilidad del cierre de algún centro.