Una treintena de artistas presentan en directo el disco que grabaron el año pasado en la localidad arousana
14 dic 2013 . Actualizado a las 06:50 h.Carlos Blanco y Pablo Vidal dejaron ayer un trocito de corazón en el Concello de A Illa, pero mañana vuelven acompañados de mucho más corazones y con folgos renovados. A las ocho de la tarde subirán al escenario del auditorio municipal una treintena de artistas para poner voz y música a los temas que grabaron en marzo del 2012, en aquellos tres días «intensos» de música y de convivencia que pasaron en esta localidad arousana, que les dejaron huella. Tanta, que la mayoría de los participantes estuvieron dispuestos a volver por Navidad para actuar juntos dentro de ese proyecto titulado CoraSons.
Quienes quieran disfrutar del espectáculo tendrán que pagar una entrada de 12 euros en taquilla, 10 en venta anticipada. Y quienes quieran llevárselo puesto para casa, podrán comprar el libro-cedé-deuvedé por 25 euros, sin salir de A Illa de Arousa.
Este «regalo» llega de la mano de la editorial Kalandraka y se cocinó gracias al buen hacer de un grupo de artistas que se reunieron al reclamo de los corazones que fotografió la portuguesa Isabel Leal, que ilustran el libro que acompaña al disco.
Los protagonistas
Cantan y tocan Carlos Blanco, Budiño, Uxía, Dani Juncal, Ana Senlle, Magín Blanco, Pierre Aderne, Inés Salselas, Antonio Zambujo, Quiné Teles y muchos más, llegados de España, Portugal y Brasil. Por haber hasta hay una cardióloga, Belén Cid, que sabe mucho de ese músculo situado entre pecho y espalda y que, «ademáis canta moi ben». Pero tanto artista junto durante tres días da para mucho más que un disco, así que Paco Abelleira pensó «se vós estades tolos, eu tamén» y cogió la cámara para hacer un documental, que se podrá ver hoy a las ocho en el auditorio. Entrar cuesta solo un euro. Los cuatro -Blanco, Leal, Abelleira y Vidal- se acercaron ayer al Concello para hacer la presentación del espectáculo en compañía del alcalde Manel Vázquez, quien no dejó de agradecer la elección de A Illa para este reencuentro. Carlos Blanco, un vilagarciano muy apegado a Arousa, no pudo despedirse sin dar la nota y ofreció su particular versión de «vinte cancións de amor e un poema desesperado». Gentileza de la casa.