El monte arousano ha sufrido tres grandes incendios desde que ardió por primera vez, en septiembre de 1969
05 sep 2013 . Actualizado a las 06:59 h.Entre las llamativas efemérides que es posible rescatar del pasado, esa intrahistoria reciente de la que nadie parece aprender nunca nada, se encuentra un capítulo de desgraciada actualidad: el primer gran incendio forestal del que existe constancia en Cea. Ocurrió, comenta la comunidad de montes de San Pedro, el 30 de septiembre de 1969. Y, aunque no se conservan registros sobre la superficie arrasada por las llamas, el momento sí ha quedado grabado en la memoria colectiva de la parroquia vilagarciana.
Desde que aquello aconteció, hace prácticamente 44 años, el Xiabre y sus cumbres asociadas, tanto en Vilagarcía como en Caldas y Catoira, han padecido en innumerables ocasiones el efecto de las llamas. En 1995 se repitió un desastre de considerables dimensiones. Los daños provocados por tanta insistencia destructiva se han cobrado, por supuesto, su factura: solo desde el 2005 se han calcinado del orden de 4.000 hectáreas. Cuarenta millones de metros cuadrados de suelo forestal, para los amantes de las llamas.
Durante 18 años, la cumbre arousana vivió un cierto respiro. La vegetación, formada básicamente por eucaliptos y pinos, llegó a regenerarse. Hasta que durante la última semana de agosto del 2005 las llamas se abatieron de nuevo sobre ella. Las 800 hectáreas que fueron pasto de las llamas superan la superficie de A Illa, por poner un ejemplo gráfico. Solo la intervención del servicio municipal de emergencias, que a la postre tomó las riendas del operativo, salvó el nucleo de Castroagudín, que se daba prácticamente por perdido de madrugada.
Apenas un anticipo de agosto del 2006. Fue un infierno. Todas las vertientes del Xiabre resultaron calcinadas. No se perdieron vidas y haciendas de milagro. Las comunidades de montes volvieron a levantarse, esta vez con el impulso de la Consellería de Medio Rural, que en tiempos de Suárez Canal destinó a su restauración 1,1 millones de euros en una intervención sin precedentes cuyos resultados solo empiezan a notarse. Esto es contra lo que atenta el propietario del todoterreno blanco que la policía busca en relación con el incendio del lunes.