Una despedida alegre y en todos los idiomas posibles

Lara Barreiro

AROUSA

ROSA ESTEVEZ

31 ago 2013 . Actualizado a las 06:40 h.

Los niños de Arousa dijeron ayer adiós a sus monitores y a sus compañeros de juegos de verano. Las ludotecas y campamentos de verano cerraron su puertas, pero lo hicieron por todo lo alto. Vestidos de colores para la ocasión, con trajes elaborados con plásticos o luciendo elegantes gorros y corbatas, los niños de la comarca clausuraron sus vacaciones en sus respectivos colegios celebrando el buen desenlace de sus proyectos.

Artes mágicas

El campamento de verano de A Escardia contó este año con una invitada especial. La fada das artes estuvo visitando a lo largo del verano a los pupilos, ayudándoles con sus proyectos de pintura, escultura, arquitectura y música. Cuando no se podía personar, intercambiaba mensajes de agradecimiento y cartas en las que proponía retos y tareas con los niños del campamento a través de un buzón diseñado por ellos mismos para tal fin. Una treintena de niños celebró ayer, entre la alegría por la misión cumplida y la tristeza de la despedida, el final de un campamento mágico y, sobre todo, artístico.

Un parque peculiar

Bajo el dictado del hada, los niños -de edades comprendidas entre 4 y 7 años- construyeron un parque das artes que decoraron con las obras y pinturas que fueron realizando a lo largo de los meses de verano. Sembraron plantas, compusieron música, crearon cuentos, y hasta llegaron a representar a la fada das artes en una abstracta escultura que adornaba su proyecto final en forma de jardín. Como gratificación por haber cumplido con la labor encomendada por el personaje de fantasía, los niños de A Escardia se vistieron con sus mejores y más coloridas galas para cortar la cinta inaugural del parque. Sobre un parchís gigante diseñado por ellos mismos, cantaron una canción y comieron un poco del pequeño festín que tenían preparado antes de echarse unos bailes de despedida con la seguridad de tener el trabajo bien hecho y a su hada madrina bien contenta.

Un gallo en O Piñeiriño

El colegio de O Piñeiriño también contó con un invitado especial. La mascota de la ludoteca, como los niños, lució sus mejores galas con sombrero y corbata personalizada, una vestimenta especialmente elaborada para la ocasión. Antes de la fiesta, tuvieron que poner a trabajar sus cerebros para resolver un puzle que resultó componer una de las obras del pintor Joan Miró. El reto fue pan comido para las pequeñas cabezas pensantes, que se ganaron su merecida merienda de despedida.

Visita al acuario

También llegó el final del verano para los rapaces que estos últimos meses acudieron a la Escola de verán en inglés que organizaba el Concello de O Grove. La despedida la celebraron en la zona de Punta Moreiras, con una visita doble: al acuario y al museo de la salazón. Como suele ser habitual, los chavales se lo pasaron en grande adentrándose, al menos un poquito, en los mundos submarinos a los que permite asomarse el acuario. Luego, con un pincho, llegó la hora de la despedida definitiva. No importa. Seguro que muchos de ellos volverán a ver a sus amigos muy pronto... En el colegio.