La carretera condenada a aguantar

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

El asfalto de la vía que une Vilagarcía y Pontevedra necesita un repaso. Máxime ahora, cuando la autovía prometida duerme el sueño de la crisis

04 may 2013 . Actualizado a las 06:54 h.

Día laborable. Cuatro de la tarde. A esa hora, el viaje en coche entre Vilagarcía y Pontevedra se antoja tedioso. Y lo es. La carretera que une la capital arousana con la capital provincial hace ya muchos años que soporta un tráfico especialmente denso, de casi 18.000 vehículos diarios. La hora elegida para pasar examen a la vía es, según los últimos datos de aforos de la Xunta de Galicia, tan buena como cualquier otra: conviviremos sobre el asfalto con más de mil coches. Y, como comprobaremos pronto, con un firme incapaz de soportar la prueba del algodón después de un invierno áspero y lluvioso.

La primera parte del viaje discurre sin demasiada queja, y eso que el asfalto comienza a rascar pronto, en algunos tramos de Baión. La rotonda de Paradela, en Meis, también es algo ruda. Pero nada comparado con la recta de A Goulla, trufada a lo largo por una sucesión de baches encadenados.

Pero lo peor está por llegar: una vez superado el nudo de Curro, el firme de la carretera empeora considerablemente, y los puntos conflictivos se encuentran a cada paso. O a cada rodadura. En Barro, a la altura del Abuelo Pintos, las ruedas vuelven a protestar. Y, ya en el término municipal de Pontevedra, volverá a afearse el firme en A Devesa, y a la altura de Sabarís, y en Alba. Y también en las rotondas, en todas ellas, que aún hay que cruzar hasta llegar a la capital del Lérez. Y en varios tramos de Campañó.

La razón de todos estos baches no es difícil de identificar: se halla escondida en el recuerdo de un invierno especialmente lluvioso que ha dejado malherida a buena parte de la red viaria gallega. Los ejemplos de esta realidad sobran y no hay que ir a buscarlos demasiado lejos. El centro de Vilagarcía, sin ir más lejos, se ha convertido en una sucesión de baches. En las últimas semanas, una operación de parcheado ha eliminado algunos de esos terribles obstáculos con los que se encuentran los conductores.

¿Habrá también operación bacheo en la carretera PO-531? No parece que esa acción entre, de momento, en los planes de la Consellería de Medio Ambiente, Transportes e Infraestructuras. Y es que, consultada al respecto de las posibles mejoras en la vía, se limitó este gabinete a hacer una recapitulación de los muchos proyectos de seguridad vial que, algún día, se ejecutarán entre Vilagarcía y Pontevedra. Un puzle de actuaciones que se encuentran en estadios bien diferentes. Por un lado, está en exposición pública el estudio de las varias alternativas que maneja la Xunta para reformar el tramo Pontevedra-Curro. La obra entre Curro y Baión sigue entrando en los planes de la Xunta, pero «neste momento está priorizar as obras en marcha e as necesarias actuacións de conservación e mellora seguridade viaria nas estradas existentes». Así que, visto lo visto, parece que para tener una vía alternativa gratuita a la PO-531 habrá que seguir esperando.

Días laborables

El tráfico se reduce considerablemente con el fin de semana

8,7 %

Vehículos pesados

Porcentaje de camiones que utilizan esta carretera

Entre Curro y la ciudad del Lérez la vía presenta su peor cara a los conductores