A su formación sobre la actividad delictiva en el ámbito de la propiedad intelectual e industrial, Francisco Candal suma una larga experiencia en la Policía Local de O Grove, una de las más activas de la comarca a la hora de intervenir contra la piratería y la falsificación de marcas.
-¿Por qué hay tanta incidencia de este tipo de delitos en O Grove?
-No creo que haya más que en otros sitios. Lo que sí hay quizá es más presión sobre el problema. Según nos dicen los vendedores, en otros lugares no se meten tanto con este asunto.
-¿Y se obtienen resultados?
-Sin duda, ahora se mueven mucha menos mercancía de este tipo que antes.
-¿Cuáles son los artículos más frecuentes en estos decomisos?
-Las colonias, fundamentalmente. Se venden, sobre todo, en la zona del puerto porque, con el tema de los barcos [las líneas de catamarán que hacen excursiones por la ría] pasa muchísima gente por aquí.
-¿Qué diferencia hay en precio entre un artículo original y otro de marca falsa?
-Pues, por ejemplo, una sudadera Adidas original puede valer unos 70 euros y una falsa la encuentras por 20. Y en colonias, la diferencia es mucho mayor. Los marroquíes las compran a 5 euros y las pueden vender por 10 euros, y te hablo de colonias que llegan a valer 120 euros.
-¿Donde se producen las marcas falsas?
-El 85 % de China y el textil se hace mucho en Portugal.
-¿Cuál es el perfil del vendedor de este tipo de productos?
-Los que venden en la calle son casi todos inmigrantes, de Marruecos y Senegal, y en menos medida, gitanos. Lo que encuentras en las tiendas lo vende gente de aquí.
-¿Cree que hay conciencia social sobre este problema?
-Es un problema muy gordo que mueve muchísimo dinero. No es una tontería. No solo afecta a la economía local de las pequeñas empresas, nos acaba afectando a todos porque es un dinero que deja de ingresar el Estado. Hay países en los que dan más caña, como Francia.