Un diálogo de creatividad en la casa de las palabras

AROUSA

04 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En sus aulas aprenden cinco idiomas nada menos que 1.400 alumnos. Su arquitectura avanzada le confiere una fisonomía única y una luminosidad natural que pocos espacios ofrecen en esta peculiar Vilagarcía nuestra de cada día. Sin embargo, la escuela oficial de idiomas es, probablemente, uno de los equipamientos peor conocidos por el gran público. Ayer, mientras Enrique Conde y Fernando Arenaz estructuraban la muestra que se abre esta tarde, a las ocho, la ironía se hacía cargo del asunto. «Es como un gran ovni que hubiese aterrizado en una especie de cráter de hormigón», propuso alguien en un momento dado. La imagen no podría ser más certera. Enclavado entre dos bloques de edificios, el campo de fútbol de A Lomba y los descampados barrizales que conducen al edificio multigeneracional del Bosque dos Desamparados, la escuela parece erguirse como aquel monolito sideral al que Kubrick y Clark soñaron rompiéndole la cabeza a nuestros simiescos antepasados en medio de la sabana.

Una exposición para construir otro futuro

Viene este largo proemio a cuenta de lo que desde esta tarde, y a lo largo de las próximas semanas, va a ocurrir en el magnífico y luminoso vestíbulo de la escuela de idiomas. Hace un tiempo, de manera casual, una visita del escultor Enrique Conde y el pintor Fernando Arenaz a las instalaciones de Os Desamparados sirvió para alumbrar la idea: por qué no vestir de arte un espacio sobresaliente que a diario recorren centenares de personas. El director del centro, Juan Paz, quiere aprovechar la ocasión para dar a conocer este continente ignoto. Y así, en fin, nace la muestra Idioma Linguaxe, en la que las dos dimensiones de la pintura de Arenaz se combinan con la áspera y rotunda tridimensión de las obras de Conde.

Caligrafía áspera en la academia de los idiomas

Sostiene el escultor que, en cierta forma, la vida en este planeta constituye una sucesión de «corpos sobre corpos, mortos sobre mortos». Una visión biometafísica en la que resuenan los ecos del ciclo anual que, según la tradición ancestral de este y tantos otros países, encamina este mes hacia el dominio de los difuntos. La áspera caligrafía que la motosierra traza en los restos de un chopo cincuentón desplomado en Vilaxoán se combina con la palabra pintada que surge en los trabajos elegidos por Arenaz, con un cierto gusto a óxido de viejos órdenes decadentes.

Desde la trinchera, contra la molicie

Suena también esta muestra a rebelión contra el atocinamiento; a protesta contra la superposición de exhibiciones, en ocasiones groseras, que se produce en tantas y tantas salas al uso, institucionales muchas de ellas; a rebelión contra el mercadeo del arte que surge desde la trinchera. Aunque esta no es más que la sensación de alguien que pasaba por allí. Para comprobar si el foco no se ha distraído una vez más de lo verdaderamente importante, lo mejor que usted, amigo lector, puede hacer es dirigir hoy sus pasos hacia la escuela de idiomas. Tal vez se sorprenda, algo cada vez más difícil.