Los diferentes recorridos por el Xiabre ofrecen, además de excelentes vistas y la posibilidad de acercarse a los caballos que pueblan sus laderas o a los petroglifos descubiertos en torno a su cumbre, una ocasión impagable de tomar conciencia sobre un problema de tintes realmente asquerosos: la práctica de abandonar escombros y basura por doquier. El uso y disfrute de las rutas puede ejercer, en este sentido, una función correctora. De momento, buena noticia: la comunidad de Bamio plantará frondosas productivas (castaños, almendros, avellanos) en los márgenes de los caminos.
Otra de las carencias colectivas que salen a relucir al hilo de la inauguración de las rutas de senderismo es el escaso aprecio que en general se dispensa por estos lares a la propiedad pública. Tres mesas de madera con sus bancos que habían sido instaladas en el pinar de O Pereiro, en Bamio, han sido arrancadas de cuajo. Toda una faena después de que los servicios municipales se esforzasen por limpiar y desbrozar la zona.