La asociación Ahituvi organiza una cena en honor del mítico cocinero arousano
20 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.En estos tiempos de espumas y abstracciones gastronómicas estratosféricas, tiende a olvidarse la herencia de los pioneros. Las estrellas Michelín jalonan, rutilantes, el firmamento de un puñado de restaurantes gallegos. Pero el primero en conseguir esa distinción no viste un mandil que parezca diseñado por Armani, ni pone a sus platos nombres de hallazgos de laboratorio con ramalazos poéticos. Se llama Manolo Cores, Chocolate , y durante cuatro décadas gloriosas mantuvo encendidos, a pleno rendimiento, los fogones de una casa de comidas que ganó justa fama para la auténtica cocina gallega, la de raíces, la que, como él mismo dice, nació entre pazos y monasterios. Un establecimiento mítico que puso a Vilaxoán y a Vilagarcía en el planeta de la restauración, el arte por el que hoy se pelean en Pekín y Nueva York, pero tuvo que echar el cierre dos años atrás.
Conscientes de que reivindicar la figura de Chocolate no solo es una acto de justicia sino, sobre todo, un favor que la restauración gallega se hace a sí misma, al recuperar su propia memoria, la Asociación de Hostaleiros e Iniciativas Turísticas de Vilagarcía (Ahituvi) está organizando una cena de homenaje al inmenso cocinero de Vilaxoán. El ágape se celebrará en el restaurante O Fogón da Ría, el jueves día 29, a partir de las diez de la noche. La partición, informan sus promotores, está abierta a todo quien lo desee, sin más trámite que confirmar su reserva en el número 609 861 653. Al final del banquete, tanto Ahituvi como otros colectivos harán entrega a Chocolate de una serie de recuerdos y regalos como reconocimiento a su labor.
La nómina de comensales a los que ha puesto servilleta y servicio Chocolate casi asusta: Felipe González, Adolfo Suárez, Perón, Julio Iglesias, Raphael, Alberto Cortez, su fraternal amigo Cunqueiro, Cela o Laxeiro. Irrepetible.